Debido al olvido en el que los tiene el alcalde de Centla, Ramón Hernández Sánchez, habitantes de varias rancherías de dicho municipio piden la ayuda de Felipe Torres Arias, edil del municipio de Jonuta

Centla
Carlos Palmeros
Corresponsal
Habitantes de una docena de rancherías de este municipio pueden quedar incomunicados de un momento a otro, ya que el río Usumacinta amenaza con colapsar varios tramos de la carretera Jonuta-Frontera, por lo cual lanza un SOS a la Junta Estatal de Caminos y a la Conaguapara que intervengan a la brevedad posible, ya que de parte del gobierno municipal de Centla los tienen en olvido.
Por su parte, don Baltazar Gallegos Valencia, habitante de la localidad Rivera Alta, denunció públicamente al alcalde Ramón Hernández Sánchez quien tiene abandonado a los habitantes de muchas localidades como son las Tijeras, Chichicaste primera, segunda y tercera y Rivera Alta, pues acusa que no se preocupa por proteger la integridad de los pobladores y de paso tampoco se ha esmerado por reforzar tres tramos de la carretera donde el citad afluente está a punto de destrozarla.
En un recorrido por la citada vía que comunica ambos municipios de la región de Los Ríos, se constató que son en tres partes, dos de cincuenta metros y la tercera de cien metros de longitud donde el año 2010 el “Mono Sagrado” la rompió y dejó incomunicados a miles de habitantes de ambas demarcaciones.
Ante el peligro que corren más de cinco mil habitantes de quedar incomunicados, la señora Lili Cruz Evía, quien tiene su domicilio en la ranchería Chichicaste tercera sección a unos pocos metros de dos tramos que son amenazados por las aguas del Usumacinta que la bordean pero que están desprotegidos, señaló que “estamos en el olvido por parte del presidente Ramón Hernández y de protección civil del municipio, solamente llegan a tomar fotos y se van”.
“Hasta ahorita no han hecho nada por colocar costales con arena para evitar que el río rompa la carretera, por eso pedimos el auxilio al alcalde Jonuta, Felipe Torres Arias, ya que de nuestro gobierno no tenemos esperanza ni el auxilio, porque está en peligro nuestras vidas y el patrimonio de nuestras familias”, aseveró la ama de casa.
La adulta mayor recordó que en la gran creciente del año 2010 “tuvimos que salir de nuestras casas porque además de que rompió la carretera, también las viviendas se fueron a pique y sabiendo el presidente de Centla la grave situación en donde vivimos, no le hemos visto la cara y cuando menos se ponga la mano en el corazón y nos ayude porque está en peligro nuestras vidas”.
Durante el recorrido por la zona en cuestión, también se pudo corroborar que son varias las alcantarillas que están a punto de ser colapsadas por las fuertes corrientes del Usumacinta, con lo que la dimensión de los daños a la única carretera de comunicación sería colosal y hasta el momento de redactar la información ninguna autoridad ha intervenido para auxiliar a la población que clama la ayuda.