Planta tratadora sin funcionar
Debido al alto costo del material eléctrico, no se ha restablecido el servicio, lo que ha propiciado que las aguas negras que ingresan de Tulipán y Carlos Rovirosa, rebosen y sean esparcidas en patios de las viviendas Cunduacán Mercedes Jiménez Corresponsal El robo de más de 200 metros de cables de electricidad, mantiene desde hace […]
16 de octubre de 2012

Debido al alto costo del material eléctrico, no se ha restablecido el servicio, lo que ha propiciado que las aguas negras que ingresan de Tulipán y Carlos Rovirosa, rebosen y sean esparcidas en patios de las viviendas

Cunduacán
Mercedes Jiménez
Corresponsal
El robo de más de 200 metros de cables de electricidad, mantiene desde hace tres meses sin funcionamiento la planta tratadora de aguas negras en el ejido Tulipán y que ha originado derrame de las aguas negras a patios de unas 10 viviendas que se localizan en las cercanías a esa instalación.
Nicanor López Ceballos, operador de la planta que se ubica en el ejido buena ventura, pero que opera para el poblado Carlos Rovirosa y ejido Tulipán, mencionó que desde hace casi tres meses, unos vándalos se introdujeron en el área protegida de la planta tratadora de aguas negras propiedad del Sistema Estatal de Agua y Saneamiento (SEAS), donde sustrajeron al menos unos 200 metros de cableado, dejando sin operatividad dicha planta, ya que debido al alto costo del material eléctrico, no se ha restablecido el servicio, lo que ha propiciado que las aguas negras que ingresan de Tulipán y Carlos Rovirosa, rebosen los contenedores y sean esparcidas en patios de las viviendas localizadas a escasos metros de esa planta, provocando fétidos olores que en recientes fechas ha estado ocasionando enfermedades bronco aspiratorias en los habitantes de esas diez viviendas.
Así lo manifestaron Eusebia Naranjo Madrigal y Dalia Hernández Colorado, vecinas de ese lugar, quienes aseguraron no se soporta el olor, y es que cuando el calor se intensifica, también son más fuertes los malos olores, y es que la aguas residuales, en muchas ocasiones son ingeridas por animales de traspatio, lo que pone aun más en riesgo la salud de las personas y es que ya van casi dos meses de que se agravo más la situación y hasta este momento ninguna autoridad municipal ha hecho algo para remediar esta situación.

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