El papel del papel (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)

“Mi patria y mi guitarra las llevo en mí: una es fuerte y es fiel, la otra un papel”.
Joan Manuel Serrat

Jorge Quiroz Casanova
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Jorge Quiroz Valiente
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El papel es un material que se ha utilizado durante siglos para escribir, dibujar, pintar e incluso decorar. Consiste en una hoja fina y flexible que se puede hacer de una variedad de materiales, siendo algunos la pulpa de madera, el algodón y el cáñamo. Por la gran variedad de propósitos con los que se ha empleado y por su remota invención, no resulta precipitado aseverar que ha jugado un papel importante en el desarrollo de las civilizaciones.

Sus orígenes se remontan a la China del siglo II a.C., donde el primer papel se hizo de trapos y fibras vegetales. Mucho tiempo después, a mediados del siglo VIII d.C., llega a occidente como resultado de una invasión arábiga sobre territorio chino, donde se obliga a los chinos a entregar la receta secreta del papel. Los árabes introdujeron el papel a España al conquistar el territorio, de ahí se extiende por toda Europa y, con las innumerables expediciones que salieron del viejo continente, llega al resto. Con el tiempo, la técnica de elaboración del papel fue perfeccionándose.

De forma paralela, el papel se volvió cada vez más accesible, lo cual detonó la cantidad de
documentos producidos a lo largo del mundo. En gran medida es gracias a esto que se cuenta con registro de la historia, la ciencia, el arte y la religión de las civilizaciones antiguas.

Aun con la historia que carga el papel, la llegada de la era digital volvió incierto el futuro de esta industria. Hubo pronósticos más fatalistas que otros, pero era inevitable el desplazamiento del papel por las pantallas, por lo menos en cierta medida. Dicho y hecho, surgieron los libros digitales, los periódicos en línea, se empezó a dibujar en tabletas y a escribir en procesadores de texto.

Llama la atención que, sin embargo, con todo este mercado perdido para el papel, su extinción no ha sido tan inmediata como se proponía. Al contrario, en lo que refiere a la lectura, sigue siendo la preferencia predominante gracias a la experiencia sensorial que ofrece. Una encuesta en la American University de Washington arrojó que el 92% de los 429 alumnos que participaron en el estudio se concentraban mejor con los textos en papel. La mejoría en la concentración al leer textos en papel se explica por el alejamiento de los distractores y, posiblemente, por la serie de estímulos que atrapan al cerebro, como el olor, la textura de las hojas y los juegos con la iluminación.

No todo ha sido negativo, el impacto de la digitalización sobre el sector papelero abarca más que la nueva competencia entre los libros digitales y en papel. De hecho, avances tecnológicos de los últimos años han tenido efectos favorables para el uso del papel. Uno de los grandes pilares de esta industria ha emergido recientemente y proviene de las variaciones del producto que van más allá de la tradicional hoja blanca de tamaño carta. Es decir, del cartón. Con el auge de las tiendas en línea, catalizado por la pandemia del COVID-19, y la sustitución de la madera por el cartón para usarse como bloque de transporte, este último ha adquirido una inmensa demanda. El éxito del cartón ha sido el del sector papelero.

Sea como fuere, cuando se habla de la extinción del papel, difícilmente se pueden generalizar todos sus formatos. Como ya fue mencionado, sí que existen atentados contra los libros en papel y las hojas para tomar notas o dibujar. No obstante, cuando se habla de papel, se mencionan decenas de tipos distintos con sus propias aplicaciones. Por ejemplo, el papel higiénico es un producto de higiene personal casi esencial, por no mencionar otras comodidades como las toallas de papel, las bolsas, las etiquetas o las envolturas.

El papel es un material que ha perdurado a lo largo de los siglos, y a su manera seguirá siendo un material importante en el futuro. Nunca ha perdido su vigencia para la comunicación, la educación y el entretenimiento: es esencial en nuestra cotidianidad. No necesita letras encima para tener una historia, con más de dos mil años de acontecimientos alrededor de él. Desde su creación y difusión, hasta su pulido. Incluso en la actualidad sigue cargándose de anécdotas, como fue el caso de su adaptación a las nuevas necesidades del mundo.