¿Qué sigue para las universidades?
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“La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy”.
Malcolm X

Jorge Quiroz Casanova
jorgequirozcasanova@gmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 106 7165
El mundo está cambiando rápidamente y la formación universitaria debe adaptarse a estos
cambios. Los avances tecnológicos, el aumento de la demanda y la necesidad de una fuerza laboral más calificada están impulsando escenarios diferentes. En 20 años, se estima que la formación universitaria será muy diferente de lo que es hoy en día: la educación será más personalizada, los estudiantes tendrán más control sobre su propio aprendizaje y podrán elegir las materias y el ritmo que mejor se adapten a sus necesidades.

Como ya se mencionaba, uno de los cambios más importantes será el uso de la tecnología. Ya está revolucionando la educación y su impacto será aún mayor en el futuro. Los estudiantes podrán acceder a una gran cantidad de información y recursos educativos a través de Internet. Se apropiarán de su aprendizaje. La tecnología permitirá al alumnado el acceso a recursos y herramientas en línea con un mayor espectro de ajuste a sus requerimientos individuales. De este modo, cada persona tendrá oportunidad de explotar sus fortalezas mejor definidas y, de igual manera, solapar sus flaquezas de manera puntual.

Con este giro, viene implícito un cambio importante en la forma en que los estudiantes aprenden.

Para aprovechar la descentralización del conocimiento que provee la tecnología, tendrán que aprender a aprender. Esto significa que deberán ser capaces de identificar y seleccionar la información que necesitan, y de aplicarla a problemas reales. Asimismo, las redes sociales apuntan a que la educación se vuelva más colaborativa. Los estudiantes trabajarán más juntos en proyectos y aprenderán unos de otros. Por tanto, será necesario que desarrollen, previo a y durante tales proyectos, habilidades de comunicación y trabajo en equipo, ambas esenciales en el mercado laboral actual.

Y como mancuerna de la cooperatividad, la formación universitaria del futuro también será más internacional. Los estudiantes tendrán la oportunidad de estudiar con estudiantes de todo el mundo y aprender sobre diferentes culturas, incluso a la distancia. Esto les abrirá camino para desarrollar una perspectiva global, ser multidisciplinarios y ser más competitivos en el mercado laboral.

Otra idea que se propone es que la educación será más práctica. Se buscará salir de la burbuja meramente teórica para que las y los estudiantes apliquen sus conocimientos en el mundo real, cosa que a la par los vuelve más provechosos. Esto se puede hacer a través de pasantías, proyectos de servicio comunitario o incluso trabajando en su propia empresa.

Por último, la educación será más asequible. No hay que confundirse: los costos de la educación universitaria seguirán aumentando, pero habrá más opciones disponibles para los estudiantes que no pueden pagar la matrícula completa. Por ejemplo, a través de subvenciones, becas y préstamos.

Estos son solo algunos de los cambios que se esperan en la educación universitaria en los
próximos 20 años. Es imposible saber con certeza cómo será la educación en el futuro, pero es claro que será muy diferente de lo que es hoy.

La tecnología está transformando la forma en que aprendemos. Los estudiantes ahora tienen
acceso a una gran cantidad de información y recursos en línea. El aumento de la demanda de educación superior está creciendo rápidamente. Más personas están buscando un título
universitario para obtener mejores trabajos y oportunidades. La economía global está cambiando y las empresas necesitan trabajadores más calificados. Trabajos más complejos requieren mejor formación, y la educación superior es clave en la preparación de los estudiantes para las carreras del futuro.

Estos cambios son emocionantes y desafiantes. La educación universitaria tiene el potencial de ayudar a los estudiantes a alcanzar sus metas y contribuir a la sociedad de maneras significativas.

Gracias a la formación universitaria del futuro, más personalizada, flexible, colaborativa e internacional, se espera que los estudiantes puedan desarrollar las habilidades que necesitan para tener éxito en el mundo laboral.

Algunos ejemplos específicos de cómo la formación universitaria cambiará en los próximos 20 años ya no suenan tan descabellados como hace 10 años. Por mencionar algunos de ellos, los estudiantes podrán tomar cursos en línea desde cualquier lugar del mundo; podrán interactuar con sus profesores y compañeros de clase a través de la realidad virtual y la realidad aumentada; podrán usar la inteligencia artificial para aprender de una manera más personalizada; podrán trabajar en proyectos con empresas del mundo real y podrán estudiar en el extranjero durante un semestre o más tiempo.

Estos son solo algunos de los cambios que se estiman en la formación universitaria en los
próximos 20 años. Sin embargo, la historia se ha esforzado en demostrar que toda redicción
carga con cierta soberbia, pues difícilmente se veía venir el alcance de tecnologías como el
Internet, las redes sociales o la realidad virtual en la educación. Es decir, que en cualquier
momento puede llegar otra gran revolución tecnológica o incluso social que les dé la vuelta a estos pronósticos. El mundo está cambiando rápidamente, y la formación universitaria debe adaptarse a estos cambios para preparar a los estudiantes para el futuro, o por lo menos intentarlo.