¿DE DÓNDE VINO LA ÚLTIMA CÉLULA? (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)
“A la par la moral y la ciencia (no se asombre, señora, es tan frecuente) y por supuesto la sociedad que sólo sobrevive si sus células cumplen el programa.”
Julio Cortázar
JORGE QUIROZ CASANOVA
jorgequirozcasanova@gmail.com
JORGE QUIROZ VALIENTE
917 106 7165
Las células madre son células del cuerpo no especializadas, cosa que les permite transformarse en otro tipo de célula viva (Zakrzewski et al., 2019). Además de ser la base del desarrollo de todos los organismos multicelulares, funcionan como un sistema de curación o regeneración de tejidos. Los distintos tipos de células madre incluyen células madre embrionarias y células madre adultas. Las células madre embrionarias son pluripotentes y pueden convertirse en cualquier tipo de célula, por lo que su función principal es la de proliferar y desarrollar al organismo. Por otra parte, las células madre adultas tienen una capacidad limitada para desarrollarse en diferentes tipos de células, de modo que solo cumplen la tarea de reemplazar las células muertas de su tejido de origen.
Los expertos creen que, si se puede regular la activación y maduración de las células madre, podrían usarse como base para tratamientos. Además, se ha demostrado que las células somáticas adultas pueden recuperar la pluripotencia, o su capacidad de diferenciarse, lo que demuestra que el destino de las células somáticas no está fijo y allana el camino para modelos de enfermedades y tratamientos celulares personalizados.
Las células madre mesenquimales (MSC) son aquellas con la habilidad de diferenciarse en otros tipos celulares a partir del mesodermo. Pueden diferenciarse en una variedad de tipos de células y son un ejemplo de células madre adultas. Por tanto, son regenerativas. Como características relevantes están que no tienen problemas éticos y que no presentan problemas de histocompatibilidad; es decir, no son muy exigentes en cuanto al parentesco entre células del donador y del receptor. La médula ósea y la porción vascular del tejido adiposo son los tejidos de donantes adultos más comunes y utilizados con frecuencia para MSC humanas. Estas células multipotentes pueden autorrenovarse y diferenciarse en una variedad de tipos de tejidos, incluidos osteocitos, condrocitos, adipocitos, neuronas y células que se asemejan a los hepatocitos.
Las MSC son objeto de investigación debido a su utilidad en la terapia de trastornos crónicos, pues tienen la capacidad de liberar compuestos antiinflamatorios y el potencial de formar tejidos diferentes. Aunado a ello, destacan por su facilidad de extracción a partir de numerosos tejidos fetales y adultos y por la relativa sencillez de su cultivo celular.
La terapia con células madre implica reparar, reemplazar o regenerar tejidos dañados o enfermos en el cuerpo. Se están explorando sus diversas aplicaciones en el tratamiento de enfermedades y lesiones, incluyendo lesiones traumáticas en la médula espinal, lesiones cerebrales traumáticas y lesiones musculoesqueléticas. Al mismo tiempo, resultan prometedoras en el combate de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson, enfermedades cardíacas y enfermedades autoinmunes. Incluso podrían emplearse en enfermedades genéticas mediante la sustitución de células defectuosas con células madre normales.
En los últimos años, la comunidad científica ha desarrollado métodos de reprogramación celular para terapia celular, modelado de enfermedades y descubrimiento de fármacos en enfermedades neurodegenerativas y lesiones nerviosas. Un tema candente actual en la ciencia es el uso de células madre para simular trastornos neurológicos in vitro y proporcionar una célula para trasplante. Debido a su inmortalidad y capacidad de crecimiento, las células madre se pueden utilizar para crear una variedad de tipos de células útiles para trasplantes o in vitro, lo que permite a los investigadores estudiar los mecanismos moleculares subyacentes a las enfermedades neurológicas.
En este contexto, un entorno dinámico de trabajo colaborativo entre institutos de investigación biotecnológica y centros médicos podría proporcionar un entorno ideal para obtener resultados sustanciales. Las terapias con células madre somáticas proponen una alternativa para enfermedades complicadas, ya sea por el elevado costo o la inexistencia de una cura efectiva. Por supuesto, todavía hay investigación por delante antes de ingeniar un tratamiento ideal, pero una gran ventaja en su desarrollo es la falta de trabas bioéticas en el trabajo con las células madre adultas. Como ciudadanos, nos corresponde estar bien enterados sobre esta línea de investigaciones y, en la medida de lo posible, apoyarla. Hay una serie de programas que buscan donantes de células mesenquimales para pacientes con la aptitud y compatibilidad; esta es una manera de involucrarse. Puede causar incertidumbre donar células madre. No obstante, entendiendo cómo funcionan y lo inofensivo que es proveerlas dejamos de privarnos de ayudar a una persona cuya vida podría depender de ellas.