Más años de soledad
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“La soledad es algo así como buscar y no tener con quién estar. La soledad es algo así como querer y no saber por qué llorar”.
Alberto Cortez

Jorge Quiroz Casanova
jorgequirozcasanova@gmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 106 7165
La soledad es más que simplemente estar solo. Se trata de la percepción subjetiva de falta de conexión emocional o social con los demás. La investigación ha demostrado que la soledad crónica puede tener efectos perjudiciales en la salud mental y física. Las personas que se sienten solas con frecuencia pueden experimentar altos niveles de estrés, ansiedad, depresión y problemas de sueño. Mientras que alrededor del 80% de la población general puede experimentar episodios transitorios de soledad, entre el 15 y el 30% experimenta este sentimiento a nivel crónico. Estos sentimientos de aislamiento pueden desencadenar o exacerbar los síntomas de trastornos de ansiedad.

Por otro lado, los trastornos de ansiedad pueden contribuir al aislamiento social. Las personas que padecen ansiedad pueden evitar situaciones sociales por temor a experimentar síntomas de ansiedad en público. Esto puede llevar a una reducción en la participación en actividades sociales, la disminución de la interacción social y la creación de una sensación de soledad. De este modo se retroalimentan mutuamente causas y consecuencias.

La conexión entre la soledad y los trastornos de ansiedad es compleja y multidimensional.
El apoyo social y emocional juega un papel crucial en la prevención y el manejo de ambos. Buscar ayuda profesional, participar en actividades sociales, buscar grupos de apoyo y desarrollar habilidades para afrontar la ansiedad pueden ser estrategias efectivas para abordar tanto la soledad como los trastornos de ansiedad

La formación de fuertes vínculos sociales con otras personas sigue siendo una necesidad humana vital, que proporciona intimidad y un sentido de pertenencia.

Sin embargo, existe una relación entre la soledad y los teléfonos celulares inteligentes; aunque es un tema complejo y puede tener múltiples facetas. Los teléfonos inteligentes, a pesar de conectar a las personas de manera virtual, también pueden contribuir a la sensación de soledad por diversas razones. Si bien permiten conexiones virtuales, en ocasiones estas interacciones pueden ser superficiales y no satisfacer las necesidades emocionales de conexión humana genuina. Podrían entenderse como una especie de “placebo de interacción social”.

El uso excesivo de teléfonos inteligentes puede llevar al aislamiento social al preferir la interacción digital sobre las relaciones en persona. Esto puede incrementar la sensación de soledad. Además, las redes sociales y las plataformas en línea pueden llevar a la comparación constante con otros usuarios, lo que puede generar sentimientos de
insuficiencia y aislamiento. Este fenómeno puede convertirse en una adicción, alejando a
las personas de las relaciones cara a cara y contribuyendo a la soledad.

No es que todo sean contras; también existen aspectos positivos. Los teléfonos inteligentes pueden proporcionar conexiones valiosas para personas que de otra manera podrían sentirse aisladas. Facilitan el contacto con amigos, familiares o comunidades en línea. Asimismo, existen aplicaciones y comunidades en línea que ofrecen apoyo emocional a personas que se sienten solas o están pasando por dificultades.

Los teléfonos inteligentes brindan acceso a recursos, información y actividades que pueden reducir la sensación de soledad al permitir a las personas explorar intereses y conectarse con comunidades afines.

Las fiestas decembrinas pueden ser un momento complejo para quienes experimentan sentimientos de soledad. Aunque son momentos asociados comúnmente con alegría, reuniones familiares y sociales, para algunas personas pueden resaltar aún más su sensación de aislamiento, pues existe una presión social para estar rodeado de amistades y familiares, acentuando en las personas la sensación de ser excluidos o diferentes.

Para algunas personas, las fiestas pueden resaltar la ausencia de relaciones significativas o la distancia de seres queridos, lo que aumenta la sensación de soledad.

Buscar actividades significativas, puede ayudar a llenar el vacío y encontrar alegría en momentos individuales. Centrarse en el autocuidado es esencial. Practicar la gratitud, mantener rutinas saludables, hacer ejercicio y buscar apoyo emocional si es necesario pueden ayudar a enfrentar la soledad durante esta temporada.

No todos los momentos festivos son iguales para todos, y está bien sentirse solo a veces. Se tiende a clasificar a los sentimientos de forma muy simplificada y burda como “buenos o malos”, cuando es más complejo que eso. Por supuesto, existen algunos más gratificantes que otros, pero todos tienen su utilidad y su momento. Quizás en la soledad se crea un espacio para poner atención a uno mismo, donde se pueden corregir hábitos, construir pasatiempos y, en general, mejorar como persona. Como con el resto de las emociones, la manera de lidiar con ella no es negándola ni reprimiéndola. Aceptar y permitirse “sentir” puede ser un paso hacia el manejo saludable de la soledad.