Como recién salido del laboratorio
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“Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos donde la vida habita siniestramente sola”.
Miguel Hernández

Jorge Quiroz Casanova
jorgequirozcasanova@gmail.com
Jorge Quiroz Valiente
917 106 7165
Los alimentos nutritivos sintéticos son aquéllos elaborados a partir de ingredientes producidos en un laboratorio. Estos alimentos pueden tener una composición nutricional similar a los alimentos naturales, pero presentan algunas ventajas potenciales, como ser más baratos, más fáciles de producir y más sostenibles. En años recientes, se han desarrollado como una posible solución a los desafíos globales de la alimentación, como el hambre, la malnutrición y el cambio climático. Su apuesta está en ayudar a alimentar a una población mundial en crecimiento de forma más eficiente y sostenible.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen seis clases de nutrientes en los alimentos, los cuales a su vez se agrupan en dos categorías: macronutrientes (carbohidratos, grasas y proteínas) y micronutrientes (vitaminas, fibras dietéticas y minerales). Los que resultan de mayor interés durante la alimentación son los “nutrientes esenciales”, es decir, aquellos que el organismo solo puede obtener a través de la dieta.

No es raro escuchar que se habla de aminoácidos o ácidos grasos esenciales, y es que el cuerpo mismo produce algunos miembros de esas familias sustancias, pero otros no.

Las proteínas son uno de los componentes principales de los alimentos y un nutriente fundamental para la salud humana. El problema es que pueden ser difíciles y costosas de producir a partir de fuentes naturales. De hecho, las proteínas de alta calidad procedentes de origen animal, que contienen todos los aminoácidos esenciales, en unos años serán insuficientes para satisfacer su creciente demanda de forma sostenible.

Afortunadamente, los microbios pueden producir todos los aminoácidos esenciales. Su versatilidad se ha estudiado hasta el punto de tener avances actuales en la biología sintética que permiten la producción de proteínas de alto valor. El uso de microbios comestibles pudiera ser una prometedora alternativa a los alimentos, tanto para humanos como para animales, y tiene como principal ventaja un rápido crecimiento respetuoso con el ambiente y flexibilidad para producir todo tipo de nutrientes.

Los alimentos nutritivos sintéticos tienen una serie de ventajas potenciales, y podrían producirse a un costo más bajo que los alimentos naturales. Esto se debe a que no requieren tierra, agua ni mano de obra abundante para su producción. Además, podrían producirse en grandes cantidades de forma rápida y sencilla. Esto los hace una opción atractiva para alimentar a una población mundial en crecimiento y reducirían el impacto ambiental de la agricultura.

No obstante, estos alimentos podrían encontrarse con un problema, especialmente al principio: tener poca aceptación por los consumidores. Por una parte, es entendible, puesto que resta mucho por hacer en cuanto a su textura, sabor y apariencia. Pero por el otro lado, también hay un componente de estigma y tabú en su rechazo, el cual tendría que ser trabajado.

De forma general, se asocian a los alimentos procesados con ser poco saludables. Si bien este juicio no carece de argumentos, hay que remontarse a la base fundamental de los alimentos. Los nutrientes de laboratorio son sintetizados idénticos a los que proveería cualquier porción de carne, leche, vegetal o cualquier otro alimento. A nivel molecular, no existe una distinción entre la misma proteína o el mismo aminoácido producido en una célula o en un cultivo bacteriano. Por medio del análisis químico se comprende “qué” compone a los alimentos, y esta fórmula se imita con ingredientes sintetizados. De cualquier modo, claro está, se deberá evaluar la seguridad de los alimentos sintéticos, por lo que es necesario que su desarrollo vaya a la par de la investigación sobre los posibles riesgos para la salud que llegasen a implicar.

La investigación en alimentos nutritivos sintéticos está en curso. Las empresas de tecnología alimentaria están desarrollando una variedad de productos, como hamburguesas, leche y nuggets de pollo.

La idea de producir alimentos y nutrientes sintéticos sigue pareciendo futurista y, sin embargo, es una realidad. Aun si se ahondó en el caso de las proteínas sintéticas, el resto de los nutrientes no se quedan atrás en su desarrollo en laboratorio. Llegan como una solución para varias de las crisis que acomplejan al planeta. Con nuevas formas de producir alimentos, sin requerimientos de tanto terreno, agua y emisiones de efecto invernadero, se da un nuevo abordaje a los problemas climáticos y alimentarios del mundo. Tampoco hay que precipitarse: sigue habiendo un extenso camino de investigación hasta los alimentos sintéticos convincentes, seguros y, más importante, accesibles. Por lo pronto, apuntan a producir avances significativos en la sociedad. A los ciudadanos nos corresponde formar un criterio sobre ellos, comprendiendo sus riesgos desde sus fundamentos moleculares, pero sobre todo nos compete exigir y apoyar investigaciones como esta: con un enfoque medioambiental y social.