Peluqueros para vacas (tiempo estimado de lectura: 5 minutos)
“Creo que una brizna de hierba no es menos que el día de trabajo de las estrellas, […] y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha, supera todas las estatuas”.
Walt Whitman
Jorge Quiroz Casanova
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Jorge Quiroz Valiente
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Es bien conocido el impacto negativo del estrés por calor en la salud, la producción y la reproducción del ganado lechero. El estrés por calor le cuesta a la industria láctea miles de pesos cada año debido a las pérdidas asociadas con los tres rubros mencionados; se vuelven más incidentes los fracasos reproductivos, las enfermedades en el ganado se tornan prevalentes y se merma la producción de leche. El estrés por calor se produce cuando la carga de calor combinada de fuerzas externas y funciones metabólicas básicas del animal excede su capacidad para disipar el calor. La producción de leche está asociada con una mayor producción de calor en vacas lecheras lactantes.
Aunque generalmente se considera que el ganado joven, hablando de becerros y novillas en crecimiento, es menos susceptible al estrés por calor que las vacas lactantes, cada vez está más claro que la exposición a altas temperaturas, la humedad o ambas pueden tener consecuencias a largo plazo para la salud y la vida productiva de los animales jóvenes.
La selección genética para aumentar la tolerancia al calor puede proporcionar una solución a futuro para solapar los problemas del estrés por calor en el ganado. La introducción del alelo SLICK1 en razas susceptibles al estrés calórico ha dado como resultado vacas que lo toleran mejor. El alelo SLICK1 es un gen del receptor de prolactina (PRLR): una hormona que regula el crecimiento del pelo. Se han identificado otras mutaciones puntuales que resultan en un acortamiento de la proteína PRLR y también se están investigando los efectos de estas mutaciones en la mejora de la termotolerancia. A diferencia de la herencia de una mutación sin sentido en el gen de la prolactina (PRL), que causa un pelaje largo y grueso y falla en la lactancia, la mutación SLICK1 del PRLR se asocia con una mutación que genera un fenotipo de pelaje corto y fino, sin consecuencia alguna en la lactancia. De hecho, se ha informado que los animales con mutaciones en PRLR tienen una mayor producción de leche en el verano. Estas mutaciones actúan de forma dominante y, por tanto, los animales heterocigotos suelen presentar el fenotipo slick.
La mayor termotolerancia de los animales se ha atribuido, al menos en parte, a una mayor tasa de sudoración debido al pelaje más corto, lo que lleva a una capacidad superior para disipar el calor. Los becerros en condiciones de alta temperatura, portadores del gen mantienen una temperatura rectal promedio 0.5 °C más baja que sus homólogos sin el gen.
El gen slick se ha encontrado en varias razas de ganado bovino, incluidas las razas Brahman, Angus, Hereford, Charolais y en ganado Criollo.
Hasta la fecha, se han identificado al menos tres variantes del gen slick en bovinos. Estas variantes se encuentran en las razas criollas Senepol, Romosinuano y Limonero. La variante más común se encuentra en la raza Senepol. La mutación en el gen PRLR hace que los animales produzcan menos prolactina, lo que resulta en un pelo más corto. La segunda variante se encuentra en la raza Romosinuano. Esta variante es una mutación en el gen KRT71, que codifica una proteína que se encuentra en la capa externa del pelo.
La mutación en el gen KRT71 hace que los animales produzcan un pelo más fino y corto. La tercera variante se encuentra en la raza Limonero. Por su parte, esta consiste en una mutación del gen KRT14, que esta vez codifica una proteína que se encuentra en la capa interna del pelo. La mutación del gen KRT14 deriva en la producción de pelaje más corto y denso. Es importante tener en cuenta que estas variantes no son mutuamente excluyentes. Es decir, un animal puede tener más de una variante del gen slick.
La investigación ha demostrado que los animales con el gen slick son más resistentes al estrés por calor. Tienen una temperatura corporal más baja, un ritmo cardíaco más lento y una mayor capacidad para sudar. Esto les permite tolerar mejor las temperaturas elevadas y las condiciones de humedad.
Conociendo todo esto, queda claro que el gen slick tiene el potencial de ser una herramienta valiosa para los productores de ganado bovino. Al seleccionar animales con esta característica, los productores pueden mejorar la resistencia al calor de sus animales. Y tal y como parece, esto es un ganar-ganar. Por un lado, menos sufrimiento por calor se traduce en mayor bienestar animal. Y este bienestar, construido a partir de una mejor salud en el ganado y una mayor longevidad también trae mejor rendimiento y producción por cabeza.
Todavía resta el paso más crucial de toda investigación o todo hallazgo: aplicar el conocimiento. Esencialmente, ya se sabe dónde está el gen y cómo implementarlo, pero se requiere de un esfuerzo adicional y mucha colaboración para difundirlo. Esto debe hacerse pensando en el bien del productor y, cómo olvidarlo, del animal.