La presea de Ismael es el colofón de toda la historia del pentatlón moderno en el país y al mismo tiempo es el cambio de la historia porque al fin alcanzó el gran resultado

Ciudad de México
Notimex
Una de las tantas cosas buenas que trae la medalla de Ismael Hernández, ganada en los Juegos Olímpicos Río 2016, es que ahora más personas saben que existe el pentatlón moderno como deporte, analizó Horacio de la Vega.
En los Juegos Olímpicos Sydney 2000, se quedó cerca del ahora director general del Instituto del Deporte de la Ciudad de México de ganar la tan esperada medalla olímpica por un pentatleta, hasta que llegó Hernández para obtener la de bronce en Río 2016.
Sobre el resultado de Ismael Hernández, respondió emocionado que se siente “padrísimo. Más orgullo no se puede sentir. Ismael hizo la competencia de su vida y como ex pentatleta me siento muy contento”.
Agregó que “rompe parte de la historia de quienes nos quedamos en la rayita por conseguir una medalla, incluyéndome en los Juegos de Sydney 2000, cuando estuve muy cerca y en la equitación se me fue la posibilidad, al igual que Ivar Sisniega e Iván Ortega”.
Siente que la presea de Ismael es el colofón de toda la historia del pentatlón moderno en el país y al mismo tiempo es el cambio de la historia porque al fin alcanzó el gran resultado.
Como amante del pentatlón moderno siempre tiene contacto con los competidores y sabe que Ismael es “un cuate inteligente”, estudió economía y le dio unas cartas de recomendación para estudiar la maestría en Gran Bretaña. “Tiene una mente privilegiada”.
Expresó que “cuando menos ya la gente sabe que existe el pentatlón, lo cual ya es importante y seguramente habrá grandes apoyos para el pentatlón moderno”.