Carmen Chacalapa es acusado de haber provocado heridas y hasta la muerte, de alcohólicos internados para su recuperación pero sin contar con la preparación adecuada

José Luis Acosta
Corresponsal
Jalpa de Méndez 
José del Carmen Trinidad González López, “Carmen Chacalapa” como es mejor conocido mucho antes de convertirse en religioso y actualmente pastor de la Secta Religiosa “Torre Fuerte” que es sostenida por los “diezmos” que la feligresía religiosamente aporta cada domingo y cada mes, es acusado por familiares de alcohólicos que fueron internados en su “Anexo”, por maltratos y agresiones en contra de los internos.
Según versiones de algunos de los familiares y feligreses, el “Pastor del Diablo”, como es conocido, depende de recursos provenientes supuestamente de la secta ubicada en el municipio de Reynosa, estado de Tamaulipas, y de los diezmos que recibe de su feligresía.
Chacalapa, señalan, en Jalpa no era más que un borrachín, hojalatero y pintor, que mantuvo un tallercito en lo que hoy es su domicilio en el poblado Amatitán, muy cerca de donde se encuentra el “Anexo” o Centro de Rehabilitación de Adicciones, dependiente de “Torre Fuerte”, lugar de donde nos dan testimonio quienes tuvieron la osadía de llegar y salir con vida del lugar, así como de familiares de internos que de manera sospechosa amanecieron muertos o fueron sacados graves para luego morir en hospitales y que hoy, resultan ser los mejores testigos de lo que desde el pasado 21 del actual, se ha venidovenido denunciando en los medios de comunicación escrita, y de la que ninguna autoridad hasta el momento ha abierto investigación alguna.
Inesperadamente a “Carmen Chacalapa” la suerte tocó a su puerta cuando alguien le habló de la palabra de Dios y fue “tocado” superando todos los obstáculos que la vida, de ahí pal real todo fue preparación para hoy ostentarse como “Pastor” para liderearr a la feligresía que poco a poco fue ganando, al hablar del evangelio de Jesucristo.
Evangelio que desgraciadamente no soportó su mente, indican los quejosos, y tergiversó la verdad por la ficción, hasta que instaló primeramente una galera para “redimir” bajo terapias de hombres que no de la Biblia, a quienes por desgracia eran víctimas de la drogadicción o el alcoholismo, lugar al que desde entonces denominó el Anexo.
En este lugar cuando se mantenía con las puertas abiertas y sin bardas todo era tranquilidad para los “internos”, mataban cerdos para beneficio y manutención del lugar, se abrieron talleres, hasta que inesperadamentebardearon el lugar y todo quedó en la secrecía de quienes ahí quedaron internos, bajo el encargo de Felipe Martínez.
A Martínez se le señala como un psicópata sin ningún conocimiento profesional que simplemente se hace llamar “terapeuta” pero que no es más que un golpeadorde quienes por desgracia caían en sus manos por desacatar sus órdenes, acusan los testigos, pues hasta de los mismos internos se hizo de guaruras –situación que viví al ser agredido, robado de mi equipo de trabajo e identificaciones por este sujeto, al tratar de buscar la verdad sobre el caso de José Alfredo Sastré Vázquez- por lo cual se abrió la averiguación previa JM-II-495/2012.
“Carmen Chacalapa” hoy vive mejor con los “Diezmos” que cuando era un simple hojalatero; ahora viste bien y usa corbata y realiza sus mandados en una camioneta americana roja quesupuestamente le regaló Torre Fuerte de Reynosa, así como una vagoneta Dodge color gris con placas de circulación VP-82-673 donde se traslada al Anexo.
Sobre Felipe Martínez, pesan la mayoría de los testimonios dado a corresponsales de los distintos medios de comunicación escrita, por parte de los familiares de quienes han tenido la mala fortuna de caer en el Anexo o Centro de Rehabilitación de Adicciones, dependiente de la Secta Cristiana “Torre Fuerte”, y de algunos que no vivieron para contar todo lo que en este lugar acontece a la fecha, y de lo que también tiene conocimiento José del Carmen Trinidad González López (a) “Carmen Chacalapa”, ya que este lugar podría ser objeto de otros ilícitos fuera de la ley, como son las llamadas casas de seguridad.