En un estudio realizado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) entre noviembre y diciembre de 2015 determinó que, aunque todas las playas en el país son aptas para vacacionar, hay algunas que se encuentran casi en el límite de contaminación para ser consideradas “no aptas” para el uso recreativo debido a la cantidad de bacterias en el agua.

Ricardo Rivera
Rumbo Nuevo
En la medición, la Cofepris divide en un universo de 268 playas mexicanas más visitadas, aquellas que reportan el más alto grado de contaminantes y las menos contaminadas. El límite fijado por la dependencia, con base en estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es de 200 estreptococos y enterococos fecales por cada 100 mililitros de agua (NMP/100 Ml).
Las playa El Sol y Paraíso Mar, ambas en Paraíso, Tabasco, fueron ubicadas con 10 NMP/100 Ml, colocándose así entre las 10 más limpias del universo de playas analizadas, junto con Playa El Cuyo, en la Reserva de la Biósfera Río Lagartos, Yucatán, y Playa Chelem, en Progreso, en ese mismo estado; y Playa La Pesca I, en Soto la Marina, Tamaulipas.
También figuran con niveles de menos 10 NMP/100Ml las playas Caletita, Rastas, Chankanaab, Dzul-Ha y Las Casitas, todas de Cozumel, Quintana Roo.
Se considera que una playa deja de ser apta para la estadía humana al rebasar los índices de 200 estreptococos y enterococos fecales por cada 100 mililitros de agua, ya que se incrementa el riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales y respiratorias febriles agudas.