Albergue de la Fuente Ovejuna

Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
Dos casos que ejemplifican los alcances de la violencia en una sociedad que está harta de la injusticia y es capaz de aplicar castigos ejemplares a delincuentes que tuvieron el infortunio de quedar a merced de la turba enardecida, acaban de ocurrir en Villahermosa.

El fin de semana pasado en grupos de watts app se informaba de un delincuente que intentó asaltar a una dama en las intermediaciones del ADO, el cual fue atrapado golpeado y amarrado con cinta canela a una caseta telefónica. Después llegó la ambulancia de la Cruz Roja para darle atención médica, al inicio de ésta semana se supo del fallecimiento del joven delincuente.

La noche del martes, otro incidente donde un presunto violador de una niña se ocultaba en su domicilio, el que fue incendiado por vecinos de la colonia la Manga, obligándolo a salir, al tiempo en que fue ejecutado a machetazos.

En el primer caso ahora se sabe que se avisó a la policía del delito cometido, sin que hubiera respuesta por parte de la misma; más aún dicen los testigos presenciales, que los elementos policiacos se convirtieron en espectadores de la golpiza propinada al ladrón.

En la colonia La Manga es obvio que para perpetrar la ejecución pasó por lo menos media hora entre la persecución, el incendio y el ataque, sin que ninguna patrulla acudiera para restablecer el orden público y salvaguardar la integridad de todos.

Cierto es que hay en marcha varias estrategias para abatir la delincuencia y la inseguridad que ésta provoca, pero todavía no es suficiente para el combate de la diversidad de delitos que se cometen en nuestra entidad y con mayor frecuencia en la capital Villahermosa.

El uso de las cámaras en puntos estratégicos y de mayor peligrosidad, así como la estrategia de denuncias a través de las líneas 066 y 089, queda claro que no están contribuyendo adecuadamente al combate de los delitos. Aquí habría que analizar las causas particulares.

Ante los hechos la opinión pública se divide en dos sentidos, por un lado quienes apoyan la justicia por propia mano ejecutada por los agraviados y por ciudadanos que tal vez victimizados en otras ocasiones ven la oportunidad de tomar venganza contra algún delincuente. Mientras que en otra vertiente no se justifica la violencia y el linchamiento por parte de los ciudadanos, ya que implica dar cabida a un comportamiento caótico autodestructivo de la misma sociedad.

Las lonas con advertencias para los delincuentes se pueden observar por toda la ciudad, donde ciudadanos y comerciantes aseguran defenderse de la delincuencia con sus propios métodos, incluso el linchamiento para escarmentar y frenar a los delincuentes.

Después de lo ocurrido, la fiscalía del estado ha abierto investigaciones para deslindar responsabilidades. Exhortando a la ciudadanía a dejar en manos de las autoridades competentes la procuración de justicia y evitar involucrarse en situaciones que representen responsabilidades legales.

Sin embargo el reclamo común por parte de la ciudadanía es la impunidad con la que se comportan las autoridades policiales, los ministerios públicos y hasta jueces; al corromper la correcta aplicación de la justicia por medio de sobornos que hacen que los delincuentes sean liberados y al poco tiempo estén de nueva cuenta atemorizando a la ciudadanía.

Urge la atención inmediata del tejido social para evitar más asesinatos de la fuente ovejuna. Sería muy peligroso ignorar la realidad y no actuar en consecuencia, porque se dejaría abierta la puerta al desorden público generador de más violencia.***hasta mañana Dios mediante.