En busca de un líder

Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
La suerte de una sociedad como la nuestra, sólo puede recaer en manos de líderes carismáticos, decididos y fuertes. Hay muchos tabasqueños que expresan en público y en privado la imperiosa necesidad de que surja una nueva generación de grandes líderes que retomen el rumbo de la sociedad y de la entidad; que la defiendan, protejan y salgan a dar la cara por ella. Pero por supuesto, que lo hacen con la positiva esperanza de que aflore un líder honesto que nos conduzca a mejores escenarios.

La más cruenta batalla se está escenificando en el espacio de vida de los tabasqueños, sin que haya alguien que saque la cara por los más desprotegidos; la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y su titular Manuel Bartlett Díaz, arremete con todo y tiranía incluida, contra quienes no tienen dinero para pagar los altos recibos de consumo; la instrucción es clara, “apriétenlos hasta que se cansen y cedan”.

No hay pago porque no hay dinero; no hay dinero porque no hay circulante; no hay circulante porque no hay fuentes de trabajo y el desempleo día a día crece más; no hay inversiones porque la inseguridad aumenta y aumenta. No se puede sacar agua de las piedras o de donde no hay, pero eso no le importa a los eléctricos.

CFE y su titular dirigen la más cruenta batalla contra los tabasqueños en su propia casa; “están solos y sin quien nadie los defienda; contra ellos”, pareciera es ya no la instrucción, sino la imperativa orden. Dejar ser, dejar pasar; que hagan lo que quieran y al final recogemos los restos de lo que quede

El escenario actual no puede ser más patético; los tabasqueños no tienen ni para dónde agarrar; están en la más completa indefensión y no parece que las cosas vayan a cambiar a menos que se presenten dos situaciones; por una parte, que se volteen contra sus opresores y agresores (defenderse con palos, piedras, machetes y hasta “a mano limpia”); y por la otra, que aparezca un líder, que los encabece y dirija, para salir del atolladero vigente.

Ni el cobrador asignado, en este caso, José Antonio de la Vega Asmitia; ni la administración a la que pertenece, se pueden poner del lado de la gente; ¿la razón?, al no haber pago, la CFE se cobrará directamente vía participaciones federales que otorga la Secretaría de Hacienda (SHCP) ¿esto qué quiere decir? Que nuestra entidad vería disminuidos sus ingresos que la Federación les deposita, lo cual impactaría directamente en sus finanzas y programas.

Sin dinero de las participaciones federales, ¿cómo se ejecutan programas?, porque para las diferentes acciones se requiere dinero, porque aparte del adeudo de quienes no pagan sus recibos de consumo por el suministro de la energía eléctrica, hay poco más de mil 250 millones de pesos, producto de los acuerdos por los adeudos adquiridos y firmados por los gobiernos de Andrés Granier y Arturo Núñez, que la administración actual no quiere pagar.

Vaya, nos decía un acucioso lector de esta columna, dotado de experiencia y trayectoria política y administrativa; “inexplicablemente, nadie ha tocado los incumplimientos de pagos con la CFE, de los gobiernos de Andrés Granier, ni del de Arturo Núñez, como resultado de sus acuerdos respectivos, al que hay que agregarles los intereses moratorios”.

Arturo Núñez, no quiso reconocer y por tanto no pago ni un centavo partido por la mitad, del acuerdo signado por su antecesor Andrés Granier Melo: a como tampoco cumplió con el pago del suyo. El químico, signó un acuerdo nuevo, superada la inundación, que no pagó: el esposo de Martha Lilia, también se hizo pato con la parte del adeudo de su “gobierno”; pero ambos adeudos siguen ahí.

En cuanto al problema del no pago contra la Comisión Federal de Electricidad, la gente no está asustada; prueba de ello, es que no se presenta en los módulos respectivos, al grado que la CFE ha tenido que quitar o suprimir algunos de estos centros de acuerdos, porque la gente no llega.

Punto importante, el PRD, partido político que inicio con esta lucha del no pago y la tarifa justa allá por el lejano año de 1995, ni las narices asoma; sus dirigentes están en el limbo; apenas un tímido y cuestionado Juan Manuel Fócil Pérez, que pretende levantar la bandera de lucha, pero de manera infructuosa. El PAN estatal, en voz de su dirigente Pedro Gabriel Hidalgo Cáceres, ha dado algunas patadas y amagos al aire, pero de ahí no han pasado. ¿La CEDH?, ni sus luces, solo el Codehutab, pero con limitaciones.

¿Y el PRI estatal?, sus actuales dirigentes dan pena ajena, con declaraciones medrosas y carentes de sensibilidad social: se nota que están más ocupados por quedar bien con quien ejerce el poder estatal, en vez de ponerse del lado de los tabasqueños. Mención aparte merecen, Lorena Beaurregard, Manuel Andrade Díaz y Pedro Gutiérrez Gutiérrez, que si han mostrado compromiso con los tabasqueños y se han enfrentado a la CFE y a su cobrador y vocero autorizado.

Y Para Usted TambiénLos tabasqueños pues, están buscando un nuevo líder que los defienda, ayude y encabece en la atención de sus justas demandas y la solución de sus problemasque no lo hagan por la plusvalía política de cara al proceso electoral local venidero, sino por convicción propia y por querer aportar su esfuerzo a esclarecer este escenario estatal que, de seguir las cosas como están, se pintará de sangrelos tabasqueños y la CFE terminarán tintos en sangre; para allá se camina, sin que nada ni nadie mueva un dedo para resolver el problemabuen inicio de semana**hasta mañana Dios mediante.