Para entender el problema

Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com

El cabildeo es una actividad de la esfera pública cuya práctica es cada vez más recurrente en las democracias modernas, pues se reconoce a la acción de cabildear como una forma profesional de ejercer la libre participación política para incidir en el proceso de toma de decisiones de los actores e instituciones.

Tres son las reglas fundamentales para enfrentar un problema o una situación que tiene que ver con la viabilidad de un proyecto; más aún, cuando esta decisión impacta directamente con una nueva forma de ejercer el poder, que enarbola la bandera de hacer bien las cosas, porque trabajan de manera diferente y por ello ofrecen resultados diferentes.

La clave, de entrada o número uno, es la de realizar una buena negociación política; la segunda es hacer un buen cabildeo y la tercera de esta reglas, tiene que ver con conocer el fondo y trasfondo de la situación o escenarios, a efecto de tener ante sí un buen diagnóstico del hecho o evento al que se va uno a enfrentar, lo que deriva en una inmejorable toma de decisiones.

Tema candente y de inmediata atención dentro de la agenda gubernamental y la propia agenda riesgos de la actual administración, es el que tiene que ver con la sucesión en la Rectoría de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. El asunto, de entrada, presenta elementos que debieron evaluarse y analizarse con la debida seriedad, dado el grado de politización que el campus observa; misma característica de la sociedad y de los tabasqueños.

La UJAT se comenzó a politizar desde que un grupo de interés se apoderó por completo del campus universitario o del bien llamado territorio Juchimán, sentando sus reales en el mismo, sin que nada sucediera y nadie se atreviera a cuestionarlos, en razón de que ese grupo tenía o tiene, todas las canicas en su poder; el sartén por el mango, vaya, para que usted me entienda.

Definitivamente, todo este obscuro escenario que envuelve y empaña a la actual sucesión Rectoral en la máxima casa de estudios de Tabasco, obedece o tiene su origen en una mala operación política realizada por quien o quienes tuvieron la instrucción de operarla o realizarla; en este caso, todas las miradas, por lógica política (para no variar), se dirigen al Secretario de Gobierno Marcos Rosendo Medina Filigrana.

En el actual gobierno, y a ojo de buen cubero, son cuatro los funcionarios que cubren el nivel de operadores o negociadores políticos (cabilderos, si usted los quiere llamar así), para la toma de decisiones gubernamentales; de entrada, a quien le corresponde por su cargo en la bien llamada “casita azul”, que no es otro más que Marcos Rosendo Medina Filigrana; tres más que cubren ese perfil, serían José Antonio de la Vega Asmitia, Mario Llergo Latournerie y Jaime Lastra Bastar.

Pero usted se preguntará con justa razón; ¿y el gobernador adán Augusto López Hernández?, el mandatario estatal es el último recurso y quien “da las palmaditas”; vaya, el Jefe del ejecutivo estatal, es el chavo bonito de la película y quien finalmente se lleva las porras y los aplausos; pero ante de él, alguien tiene que apretar las tuercas, y esa tarea le corresponde al secretario de gobierno.

Para poder desmantelar la élite que integran al H Consejo Universitario y a la H Junta de gobierno de la UJAT, hubo o había que hacer negociación política, con quien a todas luces se ve y se siente, (nadie lo duda en Tabasco y en la misma Alma Matter), que maneja los hilos del poder en la universidad: Candita Gil Jiménez; pero como me asegura un estudioso de la política choca, “al parecer ni le hablaron o quien fue hacerlo, no lo supo hacer o de plano lo hizo mal, porque Candita, ya lo ha demostrado a todos, es mujer de poder y que sabe ejercerlo”.

Resumiendo, por eso todo se complicó y no fue de la manera tersa o aterciopelada a como se pretendía; por una parte, porque el diagnóstico que hicieron o tenían de la UJAT no fue el correcto; no tenían los pelos de la burra en la mano, como se dice coloquialmente y, por otra parte, por la soberbia del poder; porque, dijeron, desde el poder lo podemos todo; porque menospreciaron a la política; porque no le dieron su valor.

Y Para Usted También** El ex líder estatal del PRI en Tabasco, Pedro Gutiérrez Gutiérrez, alentó y reconoció que una alianza en bloque entre los partidos de oposición frente a Morena es una posibilidad real para el 2021En referencia a que si esta podría ser con el PRD, el ex legislador local comentó que en política ‘no hay imposibles’, aunque le tocará al partido de la izquierda evaluar si les conviene y obtener autorización de su Comité Ejecutivo Nacional, aunque adelantó que en el caso Tabasco, PRI y PRD pueden ir en alianza en los municipios de Centro y Cárdenas, llamándola “alianza conveniente”sin embargo Pedro Gutiérrez, aclaro que no se puede hacer una alianza con la finalidad de ganar por ganar, porque eso lo recriminarían los ciudadanos, sino que es necesario realizar todo un programa para revisar las coincidencias y hacer esa posibilidad viableinteresantefue todo por hoy**hasta mañana Dios mediante.