Lo último que se puede perder

Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
El creador y fundador de la república popular de China, Mao Tse Tung, decía, entre muchos de sus principios filosóficos, que hay tres cosas que no se pueden perder; la comida, las armas y la confianza. Aun así, tenía claro que podían prescindir de las armas y de la comida, pero la confianza era lo último que no se podía perder, “porque de perderla (la confianza), se pierde todo”.

Lo último que le puede suceder a la autoridad estatal es que la sociedad tabasqueña le pierda la confianza, tras ver que los resultados en materia de seguridad pública y de reactivación económica, no son los esperados o satisfactorios, a pesar de contar con todo el apoyo presidencial y de que en el ejercicio del poder, se cuenta con la mayoría absoluta de los factores políticos para tal fin.

Más allá de emboscarnos en la discusión de que no hay seguridad pública, sin desarrollo económico o, por lo contrario, no hay desarrollo económico sin seguridad pública, lo cierto es que, desgraciadamente, la confianza de la población se va diluyendo al paso de los días y la capacidad de respuesta por parte de la autoridad estatal, cada vez es menor.

Aclaremos; la autoridad estatal no tiene la varita mágica para resolver, de golpe y porrazo, todos los problemas que aquejan a los tabasqueños; no se pueden resolver las dificultades existentes por decreto o por un simple “hágase”; el tiempo se agota y la luna de miel paulatinamente va desapareciendo; las risas y las miradas esperanzadoras, ya no son visibles en los rostros de todos.

Necesario es pues, formular un profundo replanteamiento en materia del combate a la inseguridad pública que aqueja a los tabasqueños; necesario es decirles de frente, que este flagelo no se resuelve de un día para otro; en un abrir y cerrar de ojos, o con tan solo tronar los dedos.

Lamentablemente los resultados son los que mandan; informan y forman opinión pública aceptable o a favor de un proyecto que nació con todas las condiciones políticas a su favor, para constituirse en una forma de gobierno novedosa y moderna, pese a que los rostros y personajes son los mismos. No hay rostros nuevos, sino personajes reciclados una y otras veces más en los colores partidistas de moda, porque eso sí, primero la chuleta y el choco milk, y después lo que venga ya vendrá.

Cesar Burelo, dirigente estatal del partido en el ejercicio del poder (Morena); los hoteleros y empresarios; vaya, hasta la iglesia católica en Tabasco, salieron a decir, a través de los benditos medios de comunicación que en materia de seguridad pública y combate a la delincuencia, los resultados no son satisfactorios y que los tabasqueños tienen miedo hasta de salir de sus casas, mismas que ya son una auténtica prisión domiciliaria.

Nadie en Tabasco duda de la buena fe y del buen nombre de Ángel Mario Balcázar, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana; luego entonces, algo no termina de cuajar o de hacerse presente en este esfuerzo institucional por devolverle a los tabasqueños la paz y la tranquilidad que con justa razón exigen y demandan para vivir en paz y trabajar en un ambiente de armonía social.

Imperativo será entonces que no se pierda la confianza ciudadana y/o que esta siga incólume en el sentir colectivo para expresar, reconocer y destacare que todo marcha bien o que al menos se ve que se están haciendo las cosas de una manera diferente y novedosa para dar los resultados esperados.

El actual gobierno estatal no tiene mucho tiempo en sus alforjas para dar resultados, pues éstos tienen que darse de manera inmediata, ya que la desesperanza, la rabia y el coraje son cada vez más evidentes entre la población. El tiempo, juega en su contra, la sociedad está expectante y espera ver, lo que quiere ver; que no se equivocó al elegir esta nueva opción de gobierno para salir adelante.

Y Para Usted También**Nos dice un lector, a través de corto y escueto mail que, si al gobierno estatal le interesa recuperar el control de la UJAT, entonces Egla Cornelio Landero o Guillermo Narváez Osorio, deben ya estar preparando maletas para dejar sus actuales cargos en el organigrama de la administración pública estatal, a fin de “mudarse” al edificio de la Rectoría en la Ciudad Universitaria**de lo contrario; es decir, sino es uno de ellos, entonces ya vislumbró que muy poco podrá hacer a este respecto y tratará de negociar con los poderes fáticos que interactúan en el territorio juchiman, mismos que no dejan pasar oportunidad para mostrar su músculo**a propósito, nos indican que el ex rector Jorge Abdó Francis, es de los que dobletean salarios, pues es servidor público y tiene plaza en la UJAT con más de 40 horas**de la misma manera, nuestro lector, nos precisó que fue el actual secretario particular del rector de la UJAT José Manuel Piña Gutiérrez, se refirieron con nombre y apellidos a Juan Carlos Dupeyrón, quien operó para que Jorge Montaño Ventura, llegara primero al IEPCT y después, brincara al TET **servido**fue todo por hoy**hasta mañana dios mediante.