Salió al escenario para arrancar la velada con el tema “Como un perro” y de inmediato provocó alboroto y griterío de las tapatías presentes

Guadalajara, Jalisco
Notimex
El núcleo central de las Fiestas de Octubre registró lleno total con la cantante Paquita La del Barrio, quien desató la euforia de miles de tapatías con sus canciones que le dan con todo a los hombres.
Vestida de azul con brillos por todos lados y con la seriedad que le caracteriza, Paquita salió al escenario para arrancar la velada con el tema “Como un perro” y de inmediato provocó alboroto y griterío de las tapatías presentes.
Durante más de dos horas de concierto no paró el ánimo de sus seguidores, en su gran mayoría mujeres, quienes aplaudían, coreaban y en ocasiones ovacionaban el estilo de esta cantante que se burla con su música de la cultura machista.
Los gritos retumbaban por todo el Auditorio “Benito Juárez”, sobretodo cuando interpretó “Invítame a pecar”, “Imposible Olvidarte”, “Me saludas a la tuya”, “Pistolita”, “Tu última parada”, “Tres veces te engañé”, “Cuidadora de braguetas” y sobre todo sus clásicos temas “Rata de dos patas”, “Las rodilleras” y “Taco placero”.
La gente celebraba cada palabra que salía de esta cantante que apenas y se mueve en el escenario, con el mismo gesto, pero con una contradictoria simpatía cuando expresa “me estás oyendo inútil”, “la naturaleza que ingrata fue contigo”, provocando carcajadas masivas.
Sin duda, Paquita La del Barrio tiene la total aprobación del pueblo, su personalidad es muy popular y es aclamada por un sinnúmero de seguidores y seguidoras, porque aunque la mayoría de los presentes eran mujeres también había hombres que disfrutaron el show.
Paquita dividió el espectáculo en dos partes, primero comenzó con boleros y luego continuó con el mariachi “Agave de oro”, pero lo que no cambió fue la letra de cada uno de sus temas y todos tirándole al orgullo del macho mexicano.
El mote “La reina del pueblo” lo tiene bien ganado esta mujer que presenta un gran show, principalmente porque es un buen pretexto para que miles de mujeres desahoguen frustraciones por desamor y despecho al cantar como si fueran parte del coro a esta maravillosa cantante.