Opinión. Villahermosa XV
“2023 año de la laguna de Las Ilusiones” Miguel Ángel Valdivia de Dios Estimados paisanos Este es un tema que le he estado dando la vuelta para saber como plantearles una idea de cómo encarar el desafío, porque eso es, para darle su lugar como patrimonio ecológico intangible del estado, símbolo silvestre y de nuestra […]
15 de noviembre de 2022

“2023 año de la laguna de Las Ilusiones”

Miguel Ángel Valdivia de Dios

Estimados paisanos
Este es un tema que le he estado dando la vuelta para saber como plantearles una idea de cómo encarar el desafío, porque eso es, para darle su lugar como patrimonio ecológico intangible del estado, símbolo silvestre y de nuestra cultura del agua, ícono de identidad de Villahermosa y motivo de orgullo de la sociedad tabasqueña, como al paso de los años la hemos venido identificando a la Laguna de las Ilusiones bautizada así por el Gobernador Tomás Garrido Canabal.

Me anima el hecho, de que por una parte, organizaciones de la sociedad civil y colectivos de ciudadanos “se han puesto la camiseta de defensores de la laguna” y han emprendido una serie de acciones para rescatarla de su proceso de degradación, que solo la está llevando a su extinción y protegerla de la acción humana irresponsable que tanto daño le ha hecho con la permisividad de las autoridades durante muchos años, para ponerle un detente al abuso que al amparo de un desarrollo urbano irresponsable -algunos de ellos realizados en las sombras de la clandestinidad-la han depredado.

Por otra, la reciente emisión de Declaratoria de Emergencia Ambiental por parte del Gobierno del Estado que ha decidido “tomar al toro por los cuernos” ante la urgente necesidad de frenar esta espiral decadente de la laguna hasta llegar a un daño irreparable al equilibrio ecológico, con la publicación del Decreto en el Periódico Oficial del Estado, que incluye un Programa de Emergencia Ambiental de las acciones que emprenderán para la mitigación, restauración y conservación de la Reserva Ecológica Laguna de las ilusiones, con una inversión inicial de 85 millones de pesos.

Hay mucha tinta corrida en las normativas ambientales federales y leyes locales y en la Constitución para proteger a la laguna y nuestros derechos a un ambiente sano para nuestro bienestar, la Declaración de Area Natural Protegida con el carácter de Reserva Ecológica Estatal en 1995, su Plan de Manejo en 2019; en planes estatales y municipales de desarrollo; y en el Programa de Manejo y Conservación de la Reserva Ecológica Laguna de las Ilusiones en el 2015 elaborado por la UJAT, pero han sido letras muertas.

Además, hay que agregar que a fines de los 70´s y principios de los 80´s se hicieron estudios, pero que a pesar de sus conclusiones, nada impidió la voracidad de los fraccionadores y la creación de nuevas colonias y de asentamientos irregulares; en 1984 se realizó el Plan Maestro Laguna de las Ilusiones, que tampoco detuvo incluso proyectos de gobierno que la agredieron profundamente.

En varias administraciones gubernamentales estatal y municipal de Centro se han llevado a cabo intervenciones en la laguna con obras de ingeniería, de saneamiento y de restauración para su conservación o rescate, pero los hechos son obvios, no lograron frenar su deterioro, la autoridad estuvo ausente después, la inversión pública a todas luces ha sido insuficiente y la mugre sigue envenenando a nuestra laguna.

Ahora que hay coincidencia entre la voluntad política de las autoridades y las iniciativas de la ciudadanía, es el momento de poner este tema en el centro de nuestra atención y el debate, empezando porque se declare que sea el “2023 el año de la Laguna de las Ilusiones” para que se convierta en un referente de los poderes del Estado y la administración municipal; se organicen foros, conferencias o mesas redondas para su discusión pública y nos acerque conocimientos y experiencias de otras latitudes para su conservación; los centros de investigación, las instituciones de educación superior y organizaciones civiles ambientalistas se avoquen al estudio de su problemática; y se active la conciencia social para que participe la ciudadanía con acciones que beneficien a la laguna.

Para evitar las malas experiencias del pasado, en el que solo ha habido “chispazos y ocurrencias” en la atención de la laguna, es necesario establecer un organismo que se avoque permanentemente a la administración de esta reserva ecológica, vigile el cumplimiento de las leyes y reglamentos en la materia; instrumente mecanismos -página web y plataformas digitales- que transparenten su gestión, difundan las acciones que se realicen, proteja y promueva su conservación.

En extensión a la administración de esta reserva, sugiero se establezca la figura de “Guardianes de la Laguna” como un cuerpo especializado para mantenerla segura, vigilando el cumplimiento de la ley y sean la primera línea de defensa contra los depredadores urbanos que la rellenan indiscriminadamente, la pesca y caza furtiva, los incendios provocados y deforestación, eviten tiraderos de basura, descargas de aguas negras o residuales; acompañen las iniciativas de conservación, reparación y mantenimiento; proporcionen conocimientos para su protección a los visitantes o vecinos; y puedan realizar acciones de búsqueda, rescate en incidentes y tengan capacidad de respuesta ante emergencias; su misión en esencia es conservar los recursos naturales y la biodiversidad de la laguna para las futuras generaciones.

La Laguna de las Ilusiones enclavada en el corazón de nuestra capital Villahermosa, ha sido de las más visitadas y fotografiadas por propios y visitantes, es una de las más bellas del mundo, no existe nada comparable en nuestra vasta riqueza natural; al contemplarla inspira y su naturaleza es sublime; cuando se disfruta de sus paisajes nos lleva a un mundo de magia y fantasía; y nos trae bellos recuerdos de ferias y momentos políticos y sociales trascendentes para el estado.

Todo esto estamos a punto de perderlo, si no cambiamos la perspectiva para revertir sus inercias negativas y de una visión cortoplacista en su gestión institucional, política y presupuestal para mantenerla sana, por lo que tenemos que establecer nuevos compromisos si queremos salvarla.

Jamás dejemos de recordarnos que nuestra agua, aire, tierra fértil y hábitat de vida silvestre es lo que le da sentido a nuestro Edén.
Villahermosa, Tabasco a 15 de noviembre de 2022.

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