Opinión. Villahermosa XIV Ciudad Verde
Miguel Ángel Valdivia de Dios Estimados paisanos Recordaba en días pasados cuando caminábamos las calles y principales avenidas de Villahermosa–la mayor parte de nuestros traslados era a pie-, de lo mucho que disfrutábamos de la sombra de sus frondosos y bellos arboles, doquier que íbamos nos los encontrábamos, en el centro, en sus colonias y […]
8 de noviembre de 2022

Miguel Ángel Valdivia de Dios

Estimados paisanos
Recordaba en días pasados cuando caminábamos las calles y principales avenidas de Villahermosa–la mayor parte de nuestros traslados era a pie-, de lo mucho que disfrutábamos de la sombra de sus frondosos y bellos arboles, doquier que íbamos nos los encontrábamos, en el centro, en sus colonias y en las afueras de la ciudad; y en los patios de nuestras casas, en los que nuestros padres sembraban arboles frutales, yerbas para condimentar las comidas y hasta plantas curativas.

Recuerdos que festejo cada año en que la naturaleza hace de las suyas, dándonos un festín anunciando que el tiempo de feria está por llegar y con las notas de la canción “Primavera Tabasqueña” de nuestro querido compositor Manuel Pérez Merino interpretada magistralmente con la bella voz de Claudia Cecilia Gómez del Rosario, cuando nos dice “cuando florecen los guayacanes y macuilises, es Villahermosa la más hermosa de las ciudades”, estos de la mano con el framboyán nos regalan un bello espectáculo vistiendo el paisaje y llenando de vida a la ciudad; por fortuna estos increíbles árboles se han resistido a la irresponsable urbanización del principal depredador de la flora y la fauna: el ser humano, conservando muchos de ellos en algunos terrenos, parques y avenidas.

Espero sirvan estas notas para ver en el espejo retrovisor lo mucho que hemos dejado atrás y darnos cuenta de que vamos rumbo a una crisis ambiental si no hacemos un alto en el camino, para reflexionar y comenzar a dar pasos hacia una estrategia que regenere a la ciudad como he venido advirtiendo y restituya las áreas verdes que hemos perdido al paso de los años.

Los nuevos tiempos nos obligan a contar con un “plan integral urbano para el manejo y administración de las áreas verdes de Villahermosa” para que esta sea una ciudad más sustentable que responda a los desafíos que nos plantea el cambio climático e instrumentar herramientas que nos permitan empezar a tomar decisiones sobre esta materia, para ponerle mayor atención a lo mucho que le hemos quitado a la ciudad y pensar en lo que le queremos dejar a las siguientes generaciones.

No olvidemos que nacimos y crecimos inseparables de la ciudad, con nuestras calles, barrios o vecindarios y las colonias a las que pertenecemos, porque ahí caminamos, vivimos, jugamos y disfrutamos de la frescura de sus abundantes árboles; ahora en lo que las autoridades toman decisiones y hacen algo al respecto, nos toca a nosotros fundado en ese apego, tomar la iniciativa para emprender acciones por nuestra ciudad para que esta “verdee” en toda su expresión.

Lo podemos hacer porque hay conciencia de que carecemos de áreas verdes y de la necesidad de darle un respiro a nuestra vida urbana, empezando por transformar nuestros patios -si los tenemos- y espacios abiertos como terrenos abandonados o descuidados de especuladores urbanos, márgenes de lagunas, ríos, canales y drenes, para transformarlos en bosques urbanos e incluso en bellos jardines, corredores de árboles, pastizales y cinturones verdes en las afueras de la ciudad, para que estos pulmones permitan el desarrollo de una gran biodiversidad; y regenerando espacios públicos como plazas de edificios de gobierno, parques, jardines, unidades deportivas, calles, camellones de avenidas, andadores y áreas peatonales.

Hay que apropiarnos de ellos -es un decir-, porque esta iniciativa puede ayudarnos a fortalecer los lazos que nos unen como tejido social y para establecer bases sólidas para un futuro más verde, nos daría una identidad, sentimiento de pertenencia y orgullo como comunidad, ya que la naturaleza es un derecho fundamental de la humanidad.

Yo espero que podamos ir un poco más allá, -como lo han logrado en otras ciudades-, en colaboración con nuestros vecinos con sus miles de voluntariosas mujeres, jóvenes y niños, y si se organizan grupos a través de los gremios u organizaciones de la sociedad civil o conectándose en forma individual urbanistas, arquitectos, paisajistas, biólogos y propietarios de viveros que proyectan, construyen y cuidan espacios abiertos.

Necesitamos esta fuerza ciudadana para identificar estos espacios en desuso y gestionar el diseño, financiamiento, desarrollo, organización y capacitación de la comunidad en cultivo y mantenimiento de jardines o siembra de árboles en todos los espacios posibles de la ciudad, lo que mostrará que tan potente podemos ser como sociedad si nos unimos con los sectores público y privado.

Quiero en esta ocasión dejar sembrado el reto de concebir y desarrollar un “nuevo gran parque público” que de respuesta a la gran demanda de espacios de recreación y esparcimiento, con un concepto paisajístico y pintoresco que ofrezca múltiples posibilidades de uso, con grandes praderas y enormes árboles, jardinería clásica y ornamental, senderos amplios, accesibles e integrados que inviten a los ciudadanos a largas caminatas e incluso correr, un parque para la gente, fácilmente accesible, utilizable y reconocible para todos sin ningún tipo de distinciones, que defina claramente el límite entre la ciudad y la naturaleza y que represente un ícono del paisajismo moderno.

Quizás estaríamos todavía lejos del concepto de “Ciudad Verde” que prestan una especial y prioritaria atención al cuidado de su entorno natural, no solo en su desarrollo y crecimiento, sino en sus modelos de consumo y de promocionar a la ecología como un principio elemental de su política y del modo de vida de los habitantes.

Pero lo que sí es seguro, es que tendríamos nuevas opciones paisajísticas y de disfrute que mejorará nuestra calidad de vida y el entorno urbano que ha estado marginado de las políticas públicas; y contaríamos con Guayacanes, Macuilises, Framboyanes, bosques y áreas verdes para una Villahermosa bella por siempre.

Villahermosa, Tabasco a 8 de noviembre de 2022.

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