Opinión: Villahermosa XIII:
Nuevo orden en la gestión de la ciudad Miguel Ángel Valdivia de Dios Estimados paisanos Me he dado a la tarea de recorrer los municipios del estado para tener una mejor apreciación del estado en que se encuentran en su infraestructura, servicios, capacidad de gobierno e incluso estado de ánimo, para poder tener materia para […]
1 de noviembre de 2022

Nuevo orden en la gestión de la ciudad

Miguel Ángel Valdivia de Dios

Estimados paisanos
Me he dado a la tarea de recorrer los municipios del estado para tener una mejor apreciación del estado en que se encuentran en su infraestructura, servicios, capacidad de gobierno e incluso estado de ánimo, para poder tener materia para mis análisis, comentarios o elementos para mi participación política.

En la mayor parte de ellos encontré atonía económica y actividad económica de pueblo, precario desarrollo urbano, abandono en la infraestructura y equipamiento -baches, muchos baches-, pésimos servicios municipales, caos en la movilidad, exacerbado ambulantaje, exceso de pochimovileros, desorden social que genera sensación de inseguridad, contaminación visual y abandono de la autoridad, curiosamente en los municipios que están más mal, es donde han habido problemas de corrupción y con sus cuentas públicas.

Yo creo que los gobiernos municipales -incluso el Centro- se quedaron chicos ante las demandas de servicios de la población y la realidad económica y social de los nuevos tiempos, lo que nos debe llevar a pensar en nuevas formas de administrarlos; además de que no tienen capacidad para contener la depredación de la hacienda pública por quienes solamente llegan al servicio público por cuotas de campaña partidaria o buscando resolver sus finanzas personales más que en servir, sin contar con las cualidades profesionales necesarias para los cargos.

En algunos países, y en particular en Estados Unidos y Canadá, existe la figura de los Administradores Municipales o Gerentes de la Ciudad, con algunos casos -fallidos por cierto- en México como Tijuana y Texcoco.

Quizás valdría la pena explorar la posibilidad de discutir o legislar en la materia, para poner en uso una figura de esta naturaleza en los municipios donde la problemática ya rebasó las capacidades administrativas tradicionalmente utilizadas en los gobiernos municipales.

Para fines de aportarles información le explico las principales características de esta figura.

Es un profesional con experiencia en administración pública -contratado previa convocatoria pública- bajo reglas definidas para servir al Cabildo como responsable de la operación del gobierno municipal y tiene las facultades administrativas de un alcalde en la organización Alcalde-Cabildo.

Busca potencializar el liderazgo del Cabildo pues éste se concentra en los aspectos estratégicos y políticos del municipio/ciudad; le ofrece recomendaciones para la toma de decisiones sobre políticas públicas y además le guía y toma decisiones sobre la operación del gobierno, además es el responsable directo del buen desempeño de todas las áreas operativas del gobierno de la ciudad o municipal, enfocando toda su capacidad hacia la obtención de resultados y guiado bajo los principios del profesionalismo.

Es una figura creada que separa lo técnico-administrativo de lo político, depende de sus resultados y no necesariamente de un período de gobierno o de partidos políticos, que bien puede ser puesta a consideración en un referéndum en la próxima elección o antes o después, para dotarle de legitimidad política, social y moral de gran envergadura, por lo que no se adoptaría como una mera figura administrativa u organizacional, sino como un actor principal dentro del cuerpo gubernamental del municipio.

La experiencia dice que cuando hay buenos administradores o Gerentes de la Ciudad, estos pueden durar décadas, porque su permanencia no está ligada a un período gubernamental sino a su desempeño; sobre todo ahora que estamos en tiempos de mucha alternancia en los gobiernos municipales con períodos cortos de gestión (tres años), que todavía no acaba de entenderle el actual gobierno municipal, cuando ya le debe de entregar al siguiente de otro partido igual de inexperto que cuando éste comenzó.

Claro está, no es una figura para improvisados, como tampoco es un cargo para los que conocemos como “grillos”, que desde la Secretaría General del Ayuntamiento ya están construyendo su candidatura para la Presidencia Municipal, lo que sí, es una salvaguarda por si el Presidente Municipal sale malo; si entra en función un Concejo Municipal; y si hay disputas entre los regidores y el Presidente Municipal.

Hay que “oxigenar” a la administración pública municipal. Ya no podemos permitirnos tener malos gobiernos municipales, ya llegó el momento de darle paso a un profesional de la administración pública como Gerente o Administrador de la Ciudad, que esté blindado de los vaivenes políticos para mejorar y transparentar el desarrollo de la ciudad.

Por ejemplo, la problemática urbana ya rebasó por mucho las últimas administraciones municipales de el municipio de Centro, que se han negado a reconocer que el modelo de administración se fue tornando aceleradamente anticuado y que por ello inadvertidamente ineficiente, opresivo y peligroso para la paz pública, que ha desembocado en un gran malestar social.

No entendieron, que sobre todo la ciudad de Villahermosa es una sociedad en cambio, interdependiente y global, a la que no le pueden seguir postergando las respuestas a su nueva realidad.

Solo les puedo decir, que la decisión suprema para ponernos en el rumbo correcto, es establecer “Un nuevo orden en la gestión de la ciudad” y que las respuestas a los muchos males que nos aquejan el día de hoy, dependen única y exclusivamente de la voluntad política y de la iniciativa de los ciudadanos.

El modelo de gobierno de la ciudad ya se agotó, hay que escalarlo institucionalmente para un mundo que ya cambió.
Villahermosa, Tabasco a 1º de noviembre de 2022.

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