Opinión
Derechos de la mujer, al fin a salvo Ferdusi Bastar Mérito Recuerdo un dramático caso de una niñas de 10 u 11 años de edad que fue brutalmente violada por un demente y resultó embarazada, y lógicamente el producto de este crimen lo más probable es que también resulte un deficiente mental, que no tiene […]
9 de septiembre de 2021

Derechos de la mujer, al fin a salvo

Ferdusi Bastar Mérito
Recuerdo un dramático caso de una niñas de 10 u 11 años de edad que fue brutalmente violada por un demente y resultó embarazada, y lógicamente el producto de este crimen lo más probable es que también resulte un deficiente mental, que no tiene sentido traer a este mundo.

Los fanáticos de la extrema derecha que gobernaban Baja California, impidieron el aborto y obligaron de la manera más infame a que esta menor terminara su embarazo y que en lugar de una muñeca tuviera un bebé, desgraciando su niñez y su vida.

El 15 de septiembre de 1995 se firmó el Pacto de Beijing que reconoce los derechos plenos de la mujer a decidir sobre su cuerpo, su sexualidad, y maternidad, entre otras cosas. Los países participantes se comprometieron a tutelar estos derechos y a hacer las modificaciones necesarias en sus legislaciones para hacerlos efectivos.

Desde la n gran Reforma Constitucional de 2011 todos los tratados firmados por México están integrados al Artículo Primero que garantiza estos derechos humanos y esto está sobre cualquier legislación federal o local y es materia de amparo ante un Juzgado de Distrito.

México ha incumplido su compromiso de hacer las modificaciones necesarias en sus legislaciones, aún cuando ha sido pionera en este aspecto la Ciudad de México..

A mi juicio. no debería existir en este país ninguna mujer encarcelada por haber abortado, si su abogado defensor hubiese interpuesto un amparo invocando el Pacto de Beijing y el mencionado Artículo Primero, violando esta garantía..

Por eso celebro el Acuerdo tomado por el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declarando INCONSTITUCIONAL cualquier legislación que se oponga a estos derechos, de aplicación obligatoria a todos los jueces de la República.

Desde luego no hay que aceptar ni menos promover el aborto, sino prevenir sus causas con la debida formación, información y educación, pero sin criminalizar a la mujer. Nunca más una mujer en la cárcel por haber abortado.

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