Opinión
Nuevo presidente en EUA, nueva historia. Sandra Guzmán ggsandra@hotmail.com Después de tantos meses bajo estrés, escuchando una guerra mediática contra México principalmente y declaraciones nefastas en contra de nuestra gente; llego el momento que NADIE esperaba, la toma de posesión del señor Donald J. Trump como cabeza y principal representante de uno de los países […]
23 de enero de 2017

Nuevo presidente en EUA, nueva historia.

Sandra Guzmán
ggsandra@hotmail.com
Después de tantos meses bajo estrés, escuchando una guerra mediática contra México principalmente y declaraciones nefastas en contra de nuestra gente; llego el momento que NADIE esperaba, la toma de posesión del señor Donald J. Trump como cabeza y principal representante de uno de los países más poderosos e influyentes del mundo.

Triste fue que uno de los momentos más importantes en la historia de los Estados Unidos, haya sido motivo de burlas y declaraciones en contra de ello. Hasta el día de hoy la mayoría de las personas en el mundo, no encuentran la explicación de cómo un hombre con tal carácter y tan antipático haya logrado conseguir la presidencia de un país tan importante.

Donald J. Trump ha venido a cambiar todo lo que se pensaba antes de los presidentes en los Estados Unidos, desde un principio el magnate se presentó como un candidato inusual y después de obtener la victoria, demostró que también será un presidente inusual. 20 de enero es la fecha en que oficialmente se convirtió en el nuevo presidente de los Estados Unidos y el número 45 en ocupar el cargo.

Recapitulemos, durante todo el 2016 se llevaron a cabo campañas para ganar las candidaturas y a finales de año se dieron las elecciones presidenciales, Trump ganó la votación en el Colegio Electoral de EE.UU. por una diferencia de 306 votos a su favor, frente a los 232 de la demócrata Hillary Clinton, quien superó a su rival en el voto popular por más de dos millones de sufragios.

El republicano construyó su campaña en torno a la idea de que la clase trabajadora del país estaba desprotegida de las políticas de Washington D.C., por lo que prometió atenderlos. Después de ello la manera de hacerlo oficial es el día de la inauguración, y la del Señor Trump demostró ser distinta a las demás.

Es por ello que, con el acto ya concluido, habrá que analizar los puntos más importantes de los momentos que más impactaron:

• Durante la planeación del evento, la mayoría de los artistas a los que se les solicitó su participación en la fiesta, se negaron a mostrar su apoyo y todavía para unos días antes del mismo, Trump no contaba con un gran line up de artistas para la “celebración”.

• En el evento hubo una diferencia muy notable entre los asistentes, mientras que el día en que Obama rindió juramento el capitolio estaba a reventar, con Trump apenas y lograba verse el espacio lleno ya que las personas no hacían ni la mitad que cuando Barack.

• Durante todo momento el presidente dejo entrever lo patán que es principalmente con el trato que le dio a su esposa Melania, siendo cero caballeroso con ella, siempre dejándola por detrás y sola además de no permitirle tener el mínimo protagonismo si quiera.

• Tras juramentar el cargo en una ceremonia en el Capitolio, en Washington D.C., el republicano afirmó: «Recordaremos este día como el día en que la gente volvió a tener el control de su gobierno».

• En su mensaje a otras naciones, dijo que su gobierno será de «amistad y buena voluntad», pero poniendo primero los intereses de EE.UU. «Vamos a reforzar las viejas alianzas y formar otras nuevas. Y unir al mundo civilizado contra el terrorismo islámico radical, que vamos a erradicar por completo de la faz de la tierra».

• La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca no fue fácil para la policía de Washington D.C. Debido a que se dieron muchas protestas de todos los ciudadanos que están en contra de que el magnate sea quien vaya a tomar las riendas del país durante los próximos 4 años.

• Estas protestas son provocadas por que en realidad la candidata Hillary Clinton ganó más de dos millones de votos que Donald Trump, pero hay que recordar que en realidad los ciudadanos no son quienes eligen a su presidente, sino el colegio electoral y allí fue cuando Clinton perdió en el conteo de votos electorales en la elección de noviembre, esto nos dejó ver que no existe una democracia perfecta y que el sistema electoral de los Estados Unidos no es un buen modelo a seguir.

• Donald Trump se enfrenta a índices de aprobación popular sin precedentes en la historia política moderna de Estados Unidos para un presidente recién elegido. Las cinco encuestas más recientes de las empresas de noticias más grandes en ese país le dan calificaciones positivas en un 32%, 40%, 40% y 44%. Esto quiere decir que solo cuenta con el apoyo de una pequeña parte de la población cuando en realidad debio haber comenzado el ciclo por lo menos con un 70% de aprobación. La mayoría de los manifestantes llevaban carteles que decían “Not my president” (no es mi presidente).

Donald J. Trump es un hombre déspota e impulsivo, definitivamente su equipo de operadores y asesores deben trabajar arduamente para que exista un cambio en las relaciones entre mandatario y su pueblo. La versión populista de Trump (que fue la que gano votantes) seguramente será explotada al máximo en su gobierno (la que supuestamente muestra su cercanía con los “sentimientos” del pueblo).
Pero lo que asusta de este populismo es su sectarismo. No es un intento de conectar con el pueblo, sino con un sector específico (la clase baja estadounidense), todo esto aun a costa de los derechos de otros ciudadanos como la comunidad LGBT, los musulmanes, chinos y la comunidad latina.

Habrá que ver hasta qué grado llegará el efecto contagio de esta forma de política en el resto del mundo. Las instituciones tendrán un duro examen y de su fortaleza dependerá que no se expandan los retrocesos democráticos. Además de ello, sabenos que Trump es la persona menos diplomática en todo el mundo así que también estará bajo observación como va a llevar las relaciones con otros países y si va a saber mantenerlas y fortalecerlas, o el hombre será capaz de provocar una tercera guerra mundial.

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