Andrés Manuel para 2018

Sandra Guzmán
ggsandra@hotmail.com
Para Andrés Manuel López Obrador nuevamente y por tercera ocasión la silla presidencial está al alcance de sus manos, aunque puede que en este intento le vuelvan a robar la elección como el dice que ha ocurrido las dos elecciones presidenciales anteriores.

A diferencia de sus dos intentos anteriores por ganar la presidencia, en esta ocasión Andrés Manuel no se percibe para 2018 como un candidato, sino como presidente que tiene que cumplir simplemente el trámite de las urnas.

De acuerdo con López Obrador, el presidente Peña comenzará a “ponerse las pilas” poco antes de que se de su salida y así entregar el mando en 2018 en un ambiente de tranquilidad y paz social, lo que al PRI le conviene para poder tener la oportunidad de “salvar uno que otro voto” y tal vez según sus esperanzas, ganar las elecciones del 2018.

Las suposiciones indican que podría comenzar una etapa bajo la premisa del diálogo y la reconciliación, con respeto absoluto a garantías individuales y derechos ciudadanos, donde la tormenta en la que se encuentra el gobierno y la desaprobación de tendencia negativa, que parece imparable de Peña Nieto quede en el pasado.

López Obrador ya está pensando en el 1 de diciembre de 2018 desde la silla presidencial, bien dicen que la tercera es la vencida y por lo visto esta vez ya se siente ganador (como las dos veces anteriores).

Como ya mencionamos, ya comenzó a dar pasos estrictamente estratégicos, primero con su cambio de postura sobre la reforma educativa. “No se puede derogar”, afirmó. “Sería la claudicación del gobierno”. Su frase va más allá de la educación. Claudicar es el caos. “Tiene que haber autoridad y tenemos que llegar a 2018 con estabilidad, con paz social, para que la entrega de estafeta se dé en un ambiente de normalidad política”, agregó. “Si se vence por completo a Peña Nieto, no va a haber estabilidad; no va a haber gobierno”.

Ante todo esto, el dirigente del partido Morena, presentó un plan de 50 acciones que ejecutaría si gana las elecciones en 2018. En su plan se plantea como objetivos generales “gobernar con rectitud, desterrar la corrupción, abolir la impunidad, actuar con austeridad y destinar todo lo que se ahorre, a financiar el desarrollo del país; para así lograr el bienestar material y el bienestar del alma para la felicidad de todos”. Otra de sus propuestas más destacadas fue que con el combate a la corrupción y austeridad podría tener alrededor de 500 mil millones de pesos adicionales mismos que servirían de gran beneficio para el país.

La propuesta que más destaca a mi parecer es aquella en la que afirma que aumenta a el salario mínimo, para fomentar el consumo y el mercado interno, además de mejorar los sueldos de trabajadores al servicio del Estado a partir de 2019. Estos aumentos incluirán a maestros, enfermeras, médicos, policías, soldados y otros servidores públicos. Falta ver como llevaría esta propuesta a cabo ya que aumentar el salario mínimo no es solo cuestión de decreto, muchas cosas dependen de ello para poder ejecutar esa promesa.

Otra de ellas es: Adiós al Proyecto del nuevo aeropuerto de la CDMX (francamente estoy de acuerdo con esta y es de las propuestas más viables) AMLO afirmó que es mejor construir dos pistas nuevas en el aeropuerto militar de Santa Lucía para resolver el problema de la saturación del aeropuerto de la Ciudad de México, haciendo a un lado el actual proyecto que, además de costosísimo y opaco, es de dudosa viabilidad técnica.

Continuando con el país ideal de Obrador, el próximo presidente ganará la mitad de lo que percibe el actual y no gozará de ninguna otra prestación o canonjía; no viajará en aviones ni helicópteros privados, sino en aviones de línea comercial y por carretera (algo así como un Pepe Mujica versión mexicana).

Según Obrador se debe hacer un cambio en la política bilateral con EU, debemos convencer a las autoridades del país vecino de que, por el bien de las dos naciones, es más eficaz y más humano, aplicar una política de cooperación para el desarrollo, que dar prioridad, como sucede actualmente, a la cooperación policiaca y militar.

Hasta ahí pareciera que la mayoría de las propuestas tienen lógica y crearían el país ideal para los mexicanos, el problema radica que entre estas propuestas se encuentran algunas como: Darle preferencia a los pobres y que los frutos del trabajo de los mexicanos se distribuyan con justicia, esto es algo que no voy a comprender de Andrés Manuel, ciertamente muchas de las familias que se encuentran en un gran estatus económico es por que han labrado sus fortunas a costa de lo que otros trabajan, pero no es así con todos, existen mexicanos que han hecho dinero gracias al esfuerzo y trabajo que han realizado entonces, ¿por qué tendrían ellos que quedar como “los apestados”?

Así como la última propuesta mencionada, existen otras más, como doblar la pensión a los adultos mayores, regalar empleos por que según él va a ir de casa en casa inscribiendo a los jóvenes desempleados a un programa para que puedan comenzar a labrar su futuro, ampliar el acceso y eliminar los exámenes de admisión de las universidades públicas, etc.

En ese sentido ese tipo de propuestas lo único que genera es que Andrés Manuel venda un mundo rosa para la población y que parezca un Papá Noel que va regalando felicidad para cada uno de los ciudadanos de este país, siendo francos no se puede simplemente prometer cosas al azar, y tampoco se puede regalar todo a la población, el dinero de la nación con el cual se llevarían a cabo estos planes, efectivamente es de los mexicanos pero se utiliza en distintas áreas no solamente en repartirlo por igual en cada mano.

Además de todo ello, falta ver como va a entregar el país Enrique Peña Nieto, en qué situación y con cuántas deudas nos van a dejar este sexenio, y entonces sí Andrés Manuel podría comenzar a planear la manera en la cuál será viable trabajar para beneficio de los ciudadanos.