El PAN, el PAN, …o la desgracia para México

Ferdusi Bastar Mérito
Soy apartidista. Nunca he pertenecido a ningún partido, y siempre he considerado que en México no existen partidos, sino grupos tras el presupuesto.

En ese contexto, me hago las siguientes reflexiones sobre el para mi más negativo de estos grupos: indudablemente el PAN. Y haciendo historia, fue en 1939 cuando el Presidente Lázaro Cárdenas comisionó al que había sido un brillante funcionario, Manuel Gómez Morín, para que fundara un partido que fuera palero del oficialista PRI.

Y Gómez Morín lo fundó con financiamiento otorgado por las compañías petroleras expropiadas, para combatir precisamente esa expropiación y con los mismos malos mexicanos que organizaron la rebelión de “los polkos”, llamados así no porque bailaran polkas, sino por ser adoradores del presidente Polk, el que ordenó la invasión y posterior despojo de más de la mitad de nuestro territorio. Los mismos traidores que después fueron a buscar al filibustero Maximiliano.

Y durante más de 60 años el PAN cumplió satisfactoriamente este triste papel, ya que según algunos de sus dirigentes, no aspiraban a tomar el poder, eran solo oposición. Hasta el año 2000, cuando el Presidente Cedillo terminaba su sexenio con un crecimiento del 7% y no habiendo sido priista, decidió retirar el apoyo al candidato del PRI y otorgarlo por abajo del agua al PAN.

Y para nuestra desgracia, más que un Presidente, tuvimos a un payaso de circo, y posteriormente un alcohólico, y la debacle fue terrible: mayores impuestos y gasolinazos, dentro de una bonanza petrolera increíble de más de tres millones seiscientos mil barriles diarios vendidos como nunca a más de 100 dólares el barril, dinero a manos llenas, se desmantelaron los bienes del Estado, se vendió todo, petróleo, electricidad., bancos, minas, acereras, ferrocarriles, TODO.

Se entregaron a compañías mineras sobre todo extranjeras más de cien millones de hectáreas, más de la mitad del territorio nacional, se arruinaron a nuestras empresas petroquímicas, a Pemex, CFE, nos hipotecaron con endeudamientos que tendrán que pagar hasta nuestros tatataranietos, y absolutamente ninguna obra pública o para el desarrollo, salvo la barda de una quimérica refinería.

Pero a pesar de la bonanza del dinero petrolero, de los aumentos de impuestos y gasolinazos, del producto de todo el desmantelamiento de los bienes nacionales, y de los empréstitos con que nos hipotecaron, el país no creció y como buenos prestidigitadores desaparecieron estos inmensos recursos que no sabemos en que paraísos fiscales fueron a parar. Perpetraron un saqueo mayor al que sufrimos en los 300 años de la colonia española.

Éramos el hermano mayor en América latina y nos convertimos en el hazme reír por los nuevos cuentos de gallegos mexicanos. Perdimos hasta respeto y señorío, que apenas estamos recuperando, con un tabasqueño que verdaderamente está haciendo historia.

El país no se desarrolló. Lo único que creció fue la desigualdad y la pobreza extrema. La esperanza fallida se trocó en un terrible baño de sangre y la nación en un inmenso campo de fosas clandestinas. Más de 40,000 desaparecidos reconocidos con nombre y apellidos, nos hablan de una macabra cifra negra de varios cientos de miles, sin contar los desplazados y el mundo de muertos por encontrarse en medio de tiroteos.,

Una herencia verdaderamente negra y aterrorizante. Y así, será posible que exista algún fanático alienado que nos hable bien de ese PAN? La realidad es que los sobrevientes del PAN, del PRI y del PRD están empeñados en enterrar los cascajos que quedan de esos grupos delincuenciales, y lo están logrando.