La Rosca de Reyes

Ferdusi Bastar Mérito
Rumbo Nuevo
Nuestra Rosca de Reyes tiene un origen muy antiguo. Y algunos la relacionan con las saturnales, fiestas dedicadas en la Roma antigua al dios saturno, alrededor del solsticio de invierno, en las que se elaboraban y repartían por igual a plebeyos y esclavos, unas tortas redondas adornadas con higos, dátiles y miel, que en su interior colocaban una haba seca, y al que le tocaba esta haba lo nombraban Rey de Reyes, de la reunión o por un corto período.

Esta costumbre se pasó principalmente a España con los juegos del haba, llamada ahora por los iberos faba, y al que le tocaba esta faba lo nombraban Rey de la Faba. De ello hablan cronistas como Julio Caro y Ben Guzmán. La tradición en España es que el roscón contenga una haba, que al ser encontrada, determina quien es el rey de la reunión.

En el sur de Francia se empezó a estilar esta torta o rosca y la llamaban “gateau des roi, o gallete des roi”. Desde luego esta misma costumbre se trasladó también en forma similar a Portugal.

En México y Guatemala la torta tiene forma de rosca y pretende representar la corona real y la adornan con ates, acitrón, higos , dátiles y otros dulces y frutas confitadas en referencia a las joyas de esta corona, y originalmente se insertaba un muñeco de porcelana, finalmente sustituido por uno o varios de plástico, según el tamaño de la rosca o el pedido del comprador.

La rosca de reyes es un evento familiar o de grupo y lleva tantos muñecos como es su tamaño, y estos representan el ocultamiento y protección del niño ante la degollación de los inocentes. Aquel o aquellos que saquen en su porción un niño automáticamente se comprometen a patrocinar una fiesta con los mismos asistentes, con tamales y chocolate o atol, el 2 de febrero, día de la Candelaria.

Vivimos el sincretismo de enlazar la cultura mexica con la cristiana traída por los españoles. Según relata Fray Bernardino de Sahagún, en su libro “Historia de las cosas de la Nueva España”, los mexicas tenían la costumbre de ofrendar tamales a Tláloc, Dios de la lluvia, los días 2 de febrero, para que los ayudara a tener buenas cosechas.

Y el clero trasladó a esta fecha el término de los 40 días de purificación de la Virgen María, después de la natividad, cuando llevaron al niño a la iglesia con “candelas” para dar gracias. Y enlazaron esta fecha con el día de reyes, el 6 de enero, creando el sincretismo de la rosca y la tamalada del día de “la candelaria” o de “las candelas”, costumbre que ha traspasado fronteras y se celebra mucho fuera de nuestro México.

Y tu, amable lector, ya encargaste los tamales?