Opinión
La aurora boreal Por Ferdusi Bastar MéritoRumbo NuevoLa AURORA BOREAL es un fenómeno de brillo, de diferentes colores, que se forma en el cielo nocturno en las zonas polares. Su nombre proviene de “aurora”, diosa romana del amanecer, y “boreas” del griego norte. Por tanto, en el hemisferio norte se llama “aurora boreal” y en […]
11 de diciembre de 2023

La aurora boreal

Por Ferdusi Bastar Mérito
Rumbo Nuevo
La AURORA BOREAL es un fenómeno de brillo, de diferentes colores, que se forma en el cielo nocturno en las zonas polares. Su nombre proviene de “aurora”, diosa romana del amanecer, y “boreas” del griego norte. Por tanto, en el hemisferio norte se llama “aurora boreal” y en el hemisferio sur “aurora austral”

Dentro del círculo polar ártico, en verano, durante casi dos meses, el sol no se oculta, presentando el conocido fenómeno de “el sol de media noche”, y simultáneamente dentro del circulo polar antártico, en su invierno austral, se vive una noche de casi dos meses. En el invierno de nuestro hemisferio norte, dentro de este círculo, los papeles se invierten, y se sufre una noche de casi dos meses, en tanto que en el verano del polo sur, y dentro del área del círculo polar antártico, el sol no se oculta durante este mismo período de casi dos meses.

El sol , a 150 millones de kilómetros de la tierra, emite constantemente partículas cargadas de radiación cósmica que se desplazan a 1000 kilómetros por segundo, fenómeno conocido como “viento solar”, y cuando estas partículas chocan con la ionósfera de nuestro planeta, en las áreas de los polos magnéticos localizados dentro del círculo polar (ártico o antártico), este choque de radiaciones produce estas luminaciones que aparecen en la noche y desaparecen en el amanecer, y se presentan en el hemisferio norte entre septiembre y marzo, y en el hemisferio sur entre marzo y septiembre, con el nombre ya mencionado de “aurora boreal”. O “aurora austral”, según sea el caso.

Estas partículas o viento solar, tardan aproximadamente dos días en llegar a la tierra y al chocar con la magnetósfera, o campo magnético de la tierra, producen brillos o iluminaciones de diferentes colores, según la carga de oxígeno o nitrógeno con la que choquen. Así las coloraciones pueden ir de el verde, amarillo al morado según la carga de oxígeno o del rojo al púrpura cuando la colisión se produce en una zona con fuerte carga de nitrógeno,

Aún cuando estos bellos fenómenos de la natural4eza son propios dentro de los círculos polares, eventualmente se pueden dar y observar fuera de estos círculos pero en áreas cercanas a los mismos.

Estos fenómenos que en la antigüedad se atribuían a dragones, serpientes, o a expresiones divinas, se empezaron a estudiar científicamente a partir de los siglos XVII y XVIII, hasta determinar que son partículas eyectadas por el sol en sus combustiones periódicas, al estrellarse con la magnetósfera de nuestro planeta. En 1896 el físico noruego Kristian Birkeland logró reproducirlas en laboratorio facilitando su comprensión.

En pleno verano Marta y yo hemos tenido la agradable experiencias de presenciar el espectáculo del sol de media noche, en Tromso, Honningsvag y Cabo Norte, en el norte de Noruega, y en Barrow, en la costa norte de Alaska, aún cuando en honor a la verdad, no tuvimos la suerte de observar una aurora boreal.

No hemos tenido la oportunidad de poder observar el espectáculo de una aurora boreal, pues para ello tendríamos que estar observando el cielo madrugada tras madrugada, en pleno invierno, y en esas latitudes. Y necesitaríamos algo más que unos buenos abrigos a más de la paciente determinación de observarlas. Marta conserva su credencial como socia del Club de Cabo Norte, de Noruega, que le acredita haber estado en la latitud más alta de Europa, y a veces me la enseña. Recordar es volver a vivir.

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