Opinión
La edad media, herejía y apostasía Ferdusi Bastar MéritoEn el siglo VI de nuestra era surge y se expande el Islam, que acorrala, aisla, a una Europa la que el cristianismo asciende al poder y va siendo declarado ”religión de Estado” por dictadores que ven en él un medio muy efectivo de gobernabilidad y dominación […]
19 de septiembre de 2023

La edad media, herejía y apostasía

Ferdusi Bastar Mérito
En el siglo VI de nuestra era surge y se expande el Islam, que acorrala, aisla, a una Europa la que el cristianismo asciende al poder y va siendo declarado ”religión de Estado” por dictadores que ven en él un medio muy efectivo de gobernabilidad y dominación del pueblo.

Y en Europa nace la penumbra de la llamada Edad Media, que existió solamente en esa aislada Europa, hasta el surgimiento de la aurora del renacimiento, que poco a poco fue expandiendo sus luces a partir de los siglos XV y XVI. La edad media, privativa de la Europa cristiana, ya que ni en África, ni en Asia y mucho menos en América y Oceanía existió esta infamia. A América nos la trasladaron con la infausta conquista.

Y en aquella Europa de las cavernas, se establecieron, entre otros, dos gravísimos delitos, la herejía y la apostasía, y ambos eran castigados con la muerte, pero con la muerte más cruel, en la hoguera y en el nombre de Dios.

Pero la crueldad no terminaba ahí. El inculpado perdía todos sus bienes en favor del clero, y la familia, aún siendo inocente, quedaba en la orfandad y estigmatizada. Y era un mundo en el que todos tenían la obligación de pensar igual.

Hereje era el que no pensaba igual, el que no creía o el que profesaba otra creencia. Hereje era el budista o el musulmán, el que adorada a Tláloc o el que no creía en nada. Y había que destruirlo. El pensamiento, pues, tenía que ser único.

Y apóstata era el que habiendo siendo bautizado como de niño, como adulto tenía otro pensamiento diferente al del rebaño. Tenía que conservar y practicar la religión en que fue iniciado cuando era pequeño.

En las comunidades musulmanas convivían sin problemas otras creencias, como la judaica y la cristiana, En la España del islam, tenemos el ejemplo de Toledo, la ciudad de las tres culturas y en Marruecos, Turquía y otros países predominantemente musulmanes, existen comunidades sefarditas, que hablan el castellano antiguo, descendientes de españoles que se atrevieron a pensar diferente y fueron expulsados.

Por tanto, nunca más una edad media en el mundo. Tenemos que proclamar “prohibido prohibir”. Todo ser humano debe ejercer a plenitud su libertad de pensamiento. Nunca más, por pensar diferente, sufrir la estigmatización de la familia, la pérdida de los bienes y ser condenado a la hoguera, en el sacrosanto nombre de Dios.

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