Opinión
Un México vigoroso y un Tabasco olvidado Ferdusi Bastar MéritoYo he perdido algunos amigos que me critican que exalte la obra de López Obrador, indudablemente uno de los mejores presidentes que ha tenido este país, pero ciertamente con el que le ha ido muy mal a Tabasco. Y en verdad como nunca tenemos una gigantesca […]
9 de agosto de 2023

Un México vigoroso y un Tabasco olvidado

Ferdusi Bastar Mérito
Yo he perdido algunos amigos que me critican que exalte la obra de López Obrador, indudablemente uno de los mejores presidentes que ha tenido este país, pero ciertamente con el que le ha ido muy mal a Tabasco.

Y en verdad como nunca tenemos una gigantesca obra en toda la nación, distritos de riego, hidroeléctricas, represas, autopistas, aeropuertos nuevos, puertos marítimos, escolleras, petroquímicas, hospitales, y un interminable etcétera, pero en Tabasco, nada, nada, nada.

Hay una refinería, una gran obra de beneficio nacional, de la que Tabasco recibe su cachito de beneficio, pero hay que evaluar si estos beneficios superan a los daños materiales y ambientales ocasionados por ella. Hay también la gigantesca obra del Tren Maya, que toca el pico oriental del Estado y algún bien nos deja.

En contra tenemos la destrucción de dos malecones, el de las Gaviotas y el de Villahermosa, que han llevado a la ruina a comercios y oficinas del centro de Villahermosa, y que estos adefesios tendrán que remodelar futuras administraciones. Y párele de contar.

Nada de las escolleras de Frontera prometidas por el mismo Presidente Madero; nada de las autopistas a Ciudad del Carmen y a Tenosique y el Ceibo; nada de los distritos de riego de la chontalpa y Balancán; nada del mantenimiento de las carreteras destrozadas; nada de la pavimentación de calles llenas de baches en Tabasco y rehabilitadas en casi toda la república, y una fila también interminables de nadas. Y el sexenio se termina, y mueren las esperanzas y el orgullo de tener el primer Presidente tabasqueño.

Ciertamente México es respetado y contamos con el mandatario mejor reconocido en el mundo, con una moneda fuerte que por primera vez se aprecia, con una economía y empleo con crecimiento sostenido, con un mayor bienestar y señalada reducción de la pobreza y la desigualdad.

Una gigantesca obra pública sin nueva deuda, inversión record tanto nacional como extranjera, somos ya el principal socio comercial de Estados Unidos al que vendemos más de 400 mil millones de dólares, finanzas sanas y crecimiento constante de la recaudación, y una creciente reserva en el Banxico.

A las empresas les va bien, pues el índice de la Bolsa Mexicana de Valores ha crecido casi un 30%, el reparto de utilidades se ha triplicado, los salarios han aumentado, los impuestos no han subido ni se han creado nuevas reglas, los petrolíferos, gas y electricidad no han aumentado sus precios y los bancos registraron utilidades de más de 236 mil millones de pesos. Hay bonanza, pues.

Pero Tabasco permanece en el olvido, y el primer Presidente tabasqueño lo sigue ignorando y ya es irreversible, pues el sexenio está terminando. Y una vez más le decimos al Presidente que los tabasqueños también existimos, también somos mexicanos, voltee usted su mirada a la tierra que lo vio nacer. No somos sus enemigos.

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