Opinión
Suiza, las experiencias inolvidables Ferdusi Bastar Mérito Rumbo Nuevo Un recorrido por Suiza, el pequeño país un poco más grande que Tabasco, pero modelo de federalismo en que los municipios reciben el 80% de la recaudación, los cantones (equivalentes a nuestros Estados) el 15% y la federación se limita al sueldo de sus funcionarios, igualito […]
25 de octubre de 2021

Suiza, las experiencias inolvidables

Ferdusi Bastar Mérito
Rumbo Nuevo
Un recorrido por Suiza, el pequeño país un poco más grande que Tabasco, pero modelo de federalismo en que los municipios reciben el 80% de la recaudación, los cantones (equivalentes a nuestros Estados) el 15% y la federación se limita al sueldo de sus funcionarios, igualito que aquí, verdad?. Y nos llenamos la boca para llamarnos federalistas.

El respeto a las minorías es inobjetable. Todos los formatos de trámites gubernamentales, están impresos en sus cuatro idiomas oficiales: alemán, francés, italiano y romanche, una especie de latín antiguo, y disfrutan de uno de los más altos índices de bienestar y un ingreso per cápita nominal de más de 80,000 dólares.

El maravilloso país que no tiene plantaciones de cacao, pero produce el más afamado chocolate, y con muy pocos pastos crea la Nestlé y algunos de los quesos más reconocidos como el gruyeres o elemental. Y ni que hablar de los más prestigiados relojes.

Es alucinante recorrer este bello país, viajando en auto, bus, tren, carreta , helicóptero, o barco. Se pueden disfrutar los paisajes, como viajar en el Glaciar Express, con sus carros mirador y lujosas cabinas, que va de Zermat a St Moritz.

Callejear por Lucerna, Lausana o Montreaux, con su casinos, disfrutar un crucero en el Lago Leman, o saborear el original fondeu de queso en la medieval Gruyeres.

Recorrer esa idílica villa de Zermatt, donde no permiten vehículos de motor, solo de batería o de tracción animal, y escuchar un escuadrón de las míticas trompas o cuernos de los Alpes, subir por varias cabinas al Klein Matterhorn, al pie del emblemático Monte Cevino, o esquiar en Plateau Rosa, el enorme campo de nieve fronterizo entre Italia y Suiza.

Placear en la turística Interlaken (entre lagos) ascender en el tren de cremallera a la Jungfrau ( la mujer dormida), viendo al principio a lo alto una cascada de más de 300 metros y en pocos minutos ver la misma cascada, pero abajo, en el fondo, observar las vacas pastando en la montaña y repicando sus cencerros, disfrutar juegos en la nieve, penetrar en grutas literalmente de hielo.

Callejear por Lucerna o navegar en el Lago de los Tres Cantones, o emocionarse subiendo en las cabinas al pico del Monte Pilatos, o bajar la empinada pendiente en tren de cremallera.

Capítulo aparte es Berna, o su capital financiera, la bellísima Zurich, desde donde puedes tomar una excursión al Monte Titlis, subir por cabinas a su mera cima nevada , observar buena parte de la cadena de los Alpes y pasar un agradable día en las instalaciones turísticas allí existentes.

Pero Suiza, el pequeño gran país, es algo más que todo eso. Nos faltaría hablar de la Suiza italiana, de Lugano y Locarno, o de los verdaderos paraísos de Saint Moritz, de Davos, de Klosters, o de Arosa, de Basilea y las cascadas del Rin, en el norte, y tantos etc., etc. que son interminables.

Viva un mundo de experiencias inolvidables. La mejor inversión son los viajes, que al fin de cuentas, es lo único que nos llevamos. Y si algo vale la pena visitar es Suiza, ese país pequeño , pero enorme en bellezas y experiencias.

Compartir: