Ofrenda maya al descubierto. Algunos cráneos con señales de decapitación
El descubrimiento, por parte de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de una veintena de entierros humanos consagrados a un templo-pirámide de la Zona Arqueológica de Moral-Reforma permite considerar que esta construcción estuvo vinculada con la muerte o con una deidad del inframundo maya, debido a las señales de decapitación en algunos […]
20 de abril de 2023

El descubrimiento, por parte de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de una veintena de entierros humanos consagrados a un templo-pirámide de la Zona Arqueológica de Moral-Reforma permite considerar que esta construcción estuvo vinculada con la muerte o con una deidad del inframundo maya, debido a las señales de decapitación en algunos de los cráneos.
El coordinador de esta iniciativa de investigación y conservación, Francisco Apolinar Cuevas Reyes, explica que entre enero y marzo del año en curso se realizaron trabajos de excavación y consolidación en el templo-pirámide, denominado Estructura 18, el cual se ubica en la plaza oriente de la antigua ciudad, y consiste en un basamento de cuerpos escalonados, delimitados por muros con ligeros taludes, coronado por un edificio de una crujía y provisto de una escalinata adosada en la fachada sur.
Los dos agrupamientos de entierros se registraron al explorar a 12 metros al sur de dicha escalinata y corresponden a los dos momentos de construcción de la edificación: de manera preliminar, se considera que el primero corresponde al periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), cuando Moral-Reforma, localizado en la ribera del río San Pedro Mártir, se consolidó como enclave en el control de la navegación, intercambio cultural y de mercancías entre los pueblos mayas del Petén guatemalteco y los asentados en la costa del Golfo de México.

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