Nuevo Congreso abre fuego contra reforma laboral
El debate se produce en plena transición presidencial, ya que Calderón traspasará la jefatura de Estado el próximo 1 de diciembre al gobernante electo, Enrique Peña Nieto, del PRI Ciudad de México Notimex El renovado Congreso mexicano inició hoy la primera discusión de una importante iniciativa de ley en materia laboral, que busca hacer más […]
19 de septiembre de 2012

El debate se produce en plena transición presidencial, ya que Calderón traspasará la jefatura de Estado el próximo 1 de diciembre al gobernante electo, Enrique Peña Nieto, del PRI

Ciudad de México
Notimex
El renovado Congreso mexicano inició hoy la primera discusión de una importante iniciativa de ley en materia laboral, que busca hacer más eficiente el mercado de trabajo y transparentar las funciones sindicales. La propuesta la envió el presidente saliente, Felipe Calderón, el pasado 1 de septiembre como una “iniciativa preferente”, lo que derivó en la formación de una comisión especial de 30 diputados que la analizará, discutirá y, dado el caso, modificará.
Se trata de la primera ley que debate el Parlamento mexicano elegido en los comicios del pasado 1 de julio, en los que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se convirtió en el primer grupo parlamentario, pero sin mayoría absoluta.
La Comisión del Trabajo comenzó hoy una discusión que se prolongará por diez días para analizar una de las principales reformas que ha venido impulsando en los últimos meses Calderón, con el fin de modificar un código laboral que se está quedando caduco.
Pero el tema que más polémica ha desatado es la intención de hacer transparentes las cuentas de los poderosos sindicatos mexicanos, al proponer que todos las agrupaciones gremiales que se nieguen a dar información -a los trabajadores que la soliciten- sobre la gestión de las cuotas sindicales podrían perder esos fondos.
La iniciativa contempla el voto libre, directo y secreto para la elección de la directiva de los gremios, una reforma que el partido gobernante (y que perdió la Presidencia el 1 de julio) aplazó durante 12 años.
La representación del PRI abrió fuego contra la iniciativa por varios ángulos, principalmente el relativo a las organizaciones sindicales, lo que adelanta un “no” a su aprobación tan y como fue enviada por el Jefe del Ejecutivo.
Ante ello, la Unión Nacional de los Trabajadores (UNT), que agrupa a unas 170 organizaciones sindicales, ha expresado su “total rechazo” a la iniciativa por considerarla inapropiada y ha amenazado con iniciar movilizaciones a partir del 21 de septiembre.
De acuerdo con esta agrupación, la reforma pretende abaratar la mano de obra al implementar “criterios de flexibilidad unilateral, facilitar los despidos y socavar la contratación colectiva auténtica”.
Además, según ese sindicato y otros dirigentes gremiales, la reforma acaba con la autonomía de los sindicatos.
Empresarios, la OCDE y hasta la Iglesia católica mexicana han urgido a México para crear un nuevo marco laboral moderno y competitivo a fin de redundar en más y mejores empleos.
El PRI en la Cámara de Diputados cuestionó a la Secretaria del Trabajo, Rosalinda Vélez, cómo garantizar que con una reforma laboral como la presentada por Calderón no se presentará un escenario de crisis como en España. El tesorero del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Ricardo Aldana, cuestionó a la funcionaria cómo pretende el Gobierno con esta iniciativa incrementar el trabajo en el País.
“Es urgente una reforma laboral a favor de los trabajadores y empresarios que la necesitan”, afirmó hoy la Secretaria del Trabajo, Rosalinda Vélez, al exponer ante la comisión los alcances y beneficios de la iniciativa gubernamental.

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