Notice: Trying to access array offset on value of type bool in /var/www/vhosts/rumbonuevo.com.mx/httpdocs/wp-includes/media.php on line 783

Notice: Trying to access array offset on value of type bool in /var/www/vhosts/rumbonuevo.com.mx/httpdocs/wp-includes/media.php on line 789

Notice: Trying to access array offset on value of type bool in /var/www/vhosts/rumbonuevo.com.mx/httpdocs/wp-includes/media.php on line 783

Notice: Trying to access array offset on value of type bool in /var/www/vhosts/rumbonuevo.com.mx/httpdocs/wp-includes/media.php on line 789
“No tardaron mucho en levantar mi casa”
Doña María Aurelia Arias de la Cruz pasó de tener un piso con láminas y madera a una vivienda digna Mientras el comején devoraba su casa, doña María Aurelia Arias de la Cruz no perdía las esperanzas de repararla. Conversaba todas las noches en estos términos: “¿Cómo le vamos a hacer, Dios mío? Te pido […]
19 de agosto de 2016

Doña María Aurelia Arias de la Cruz pasó de tener un piso con láminas y madera a una vivienda digna

Mientras el comején devoraba su casa, doña María Aurelia Arias de la Cruz no perdía las esperanzas de repararla. Conversaba todas las noches en estos términos: “¿Cómo le vamos a hacer, Dios mío? Te pido me ayudes, toca los corazones de personas influyentes y que vean como vivo”.
El drama se avivaba durante las sobradas lluvias que en Tabasco traen el verano y el invierno, pues las goteras penetraban las maderas y láminas ferrosas. Ni ella, ni su hermana Natividad, que sufre una discapacidad, ni su primo hermano Dolores podían pegar el ojo.
Cada vez que un candidato pasaba solicitando el voto en la calle Chorote de la colonia Gaviotas Norte, ella se abría paso entre la multitud para pedir unas cuantas láminas. No se las negaban, pero “al final, se les olvidaba”.
Con 71 años a cuestas, un trabajo como vendedora a domicilio de productos del hogar y a cargo de dos adultos mayores, es difícil esperar que las cosas den un vuelco completo. La suerte que comenzó a cambiar su historia se llama “En tu Casa, la Salud”, un programa implementado por el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, para acercar los servicios de salud a las personas con necesidades especiales.
El contacto con los médicos, que censaron su domicilio y le tomaron la presión a los tres moradores, cristalizó el sueño de una habitación digna. “Se quedaron viendo mi casita de láminas con piso rústico y quedaron de regresar”.
Doña “Yeya” nunca esperó que volvieran esa misma semana del mes de mayo de este año, y menos que vinieran acompañados con el Gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez.
Hasta ese momento, el perímetro de su vida, desde que nació en El Monal, había abarcado varios modestos solares: el de sus tíos sin hijos en Gaviotas Sur, que la adoptaron como hija de crianza; el de su marido, “un hombre de carácter fuerte” con quien se casó a los 15 años y procreó seis hijos, de los cuales los tres primeros murieron a temprana edad; y de nuevo, el de sus tíos adoptivos, que esta vez se habían cambiado adonde actualmente se encuentran, refugio al que tuvo que volver para reiniciar su vida y ser ella sola el sostén de los suyos.
Por eso cuando el gobernador de Tabasco la saludó y le preguntó qué necesitaba, no dudó ni tantito en pedir lo que siempre había solicitado, un poco de ayuda para componer su casa. “Al verlo pensé, ¡Dios mío!, ya mandaste al gobernador. Después de pasar y ver cómo vivía, me dijo solamente que iba a ver qué podía hacer. Yo le respondí: Pues algo que haga ya va a hacer bastante”.
La visita duró media hora y tuvo la corazonada de que su sueño se iba a hacer realidad. Al día siguiente se presentó personal del Instituto de Vivienda de Tabasco (Invitab) para medir la casa. “No tardaron mucho, a la semana siguiente mandaron tumbar mi casita, vinieron los ingenieros y arquitectos y comenzaron las obras. ¡Señor Todopoderoso, tanto que te pedí, me has oído a tiempo porque mi casa ya se chorreaba”.
El jueves 11 de agosto el Gobernador de Tabasco regresó a Chorote 129, esta vez para entregarle las llaves de su nuevo hogar, ella sin dudarlo lo invitó a pasar. El Invitab construyó una casa para ella y otra para su hija Francisca Pérez Arias, en un terreno de 138 metros cuadrados. La superficie construida es de más de 92 metros cuadrados.
La vivienda frontal, que es la que habita doña Yeya con su hermana Natividad y su primo hermano Dolores, es de dos recámaras, sala, comedor, baño y cocineta; cuenta con instalaciones hidrosanitarias y eléctricas ocultas, los muros son de block de 10 por 20 por 40 y la techumbre es a base de láminas de fibrocemento.
“Le estoy muy agradecida al señor gobernador Arturo Núñez porque nos cambió la vida, deseo que Dios me lo bendiga y que él siga con los programas que benefician a las personas humildes que en verdad lo necesitan”, dice aún conmocionada.

Compartir: