No mentir, no robar y no traicionar para evitar el contagio
Sin descuidar la sana distancia y medidas de higiene. *Queda la duda si son propuestas políticas o sanitarias para prevenir el coronavirus biológico o el “coronavirus político”. Buena receta presidencial para el “Coronavirus político”. Palenque, Chiapas Agencias El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que mantiene las medidas preventivas sanitarias como las que recomienda la […]
5 de junio de 2020

Sin descuidar la sana distancia y medidas de higiene. *Queda la duda si son propuestas políticas o sanitarias para prevenir el coronavirus biológico o el “coronavirus político”. Buena receta presidencial para el “Coronavirus político”.

Palenque, Chiapas
Agencias
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que mantiene las medidas preventivas sanitarias como las que recomienda la Secretaria de Salud, y que ayuda mucho para que no dé el coronavirus “no mentir, no robar y no traicionar”.
En su conferencia de prensa, en la explanada de la Cuarta Compañía de Infantería de este municipio, se la cuestionó al Mandatario sobre las medidas que toma diariamente para protegerse del coronavirus.
El presidente López Obrador dijo que es cuidadoso con su aseo personal y en su alimentación.
“Yo soy cuidadoso. Lo mismo que yo recomiendo y a mí me han dicho, la sana distancia, mantener sana distancia, el aseo, el lavado de las manos, básicamente. La alimentación, comer saludable, no comer productos chatarra, pero también eso es voluntario, no puede ser obligatorio”, afirmó.

Estrategia contra Covid-19 ha sido la correcta y adecuada: AMLO
El presidente López Obrador aseguró esta mañana que la estrategia que su gobierno ha implementado contra la pandemia del Covid-19 ha sido la correcta y la adecuada.
En conferencia de prensa, el titular del Ejecutivo federal señaló que cuando inició la pandemia en el país no se tenían ventiladores suficientes, por lo que se adquirieron para atender la emergencia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que es falsa la noticia que circula en redes sociales acerca de que el gobierno federal cobrará impuestos a los ciudadanos que tengan mascotas para ayudar en la pandemia del Covid-19, y pidió que no se le compare con el expresidente Antonio López de Santa Anna quien llegó a cobrar impuestos por tener ventanas, puertas y perros en los hogares.

Reivindicaremos al sureste: AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador dio el último banderazo de inicio de construcción del Tren Maya que correrá de Palenque a Escárcega. Anunció que en 2023 se inaugurará la ruta que comunicará a Palenque, Campeche, Yucatán, Cancún y Tulum. Al iniciar 2024 se concluirá el circuito con el tramo de Tulum a Escárcega. En total serán 1,500 kilómetros de vía férrea.
“Es un acto de reivindicación al sureste que ha sido saqueado por siglos”, expresó. Pidió a la empresa Mota-Engil, responsable del tramo 1, cumplir en los 20 meses acordados la construcción de 228 kilómetros con un costo cercano a los 15 mil millones de pesos.El jefe del Ejecutivo resaltó que el Tren Maya es un proyecto histórico que, además de comunicar las ciudades mayas que tienen la riqueza arqueológica más importante del mundo, creará 80 mil empleos directos durante su construcción. En el tramo de Palenque a Escárcega se generarán 20 mil empleos directos.

Tren Maya reivindica al sureste

Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo
Uno de los 30 proyectos y programas prioritarios del Gobierno de México es el Tren Maya. De ahí pues que por la misma trascendencia de la propuesta para “reivindicar” al sureste mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió reiniciar sus giras por la república dando el banderazo de salida a la iniciativa en la cual se invertirá más de 139 mil millones de pesos con el objetivo de rescatar a la población pobre de entre el total de más de 12 millones de habitantes de los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.

La importancia y trascendencia del inicio programado de la obra pública en cuestión, impulsó al titular del Ejecutivo Federal a comenzar la Nueva Normalidad –el plan de contención a la propagación de la pandemia del Covid-19 que arrancó este lunes 1 de junio–, detonando el proyecto con el cual se estima el crecimiento económico de la región cuyas comunidades reflejan en su pobreza y pobreza extrema el abandono de los gobiernos neoliberales a pesar de la recurrente explotación de su rica y variada naturaleza.

En ese contexto, el presidente López Obrador se reencontrará de nuevo con sus paisanos este viernes 5, tras una gira de trabajo por los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Chiapas. Con la mañanera y la supervisión de la obra de construcción de la refinería Dos Bocas, junto con la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, y el gobernador Adán Augusto López Hernández, concluirá su primera jornada laboral en el sureste con la Nueva Normalidad.

Después de los proyectos y programas prioritarios destinados a “apoyar a los más necesitados y reactivar la economía nacional desde abajo y para todos” como son, entre otros, Producir para el bienestar, Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, Mejoramiento Urbano, Pensión Universal para los adultos mayores, Sembrado vida, tiendas para el bienestar y otros, en el lugar número 30 aparece el plan de construcción del Tren Maya: “el proyecto del Tren Maya busca que se detone el crecimiento económico de la región que por mucho tiempo estuvo en el abandono”, reiteró el mandatario nacional.

En el banderazo de salida de la obra pública, también el presidente López Obrador insistió: “Este programa está concebido para reivindicar el sureste del país porque pasaron muchos años y no se atendía a esta región de la República”.

Rescatar de la pobreza al sureste
Con la Ley General de Desarrollo Social como marco legal para medir las condiciones de vida de la población de México, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) confirma la preocupación del Ejecutivo Federal. Los cinco estados por donde pasará el Tren Maya están con indicadores de pobreza y pobreza extrema de los más altos del país. Ambos conceptos los define la institución cuando “una persona se encuentra en situación de pobreza y presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades” y “cuando presenta tres o más carencias sociales y no tiene un ingreso suficiente para adquirir una canasta alimentaria”.

En esa situación está Chiapas en primer lugar. Con más de 5 millones 217 mil habitantes, según el intercenso 2015 del Instituto Nacional de Estadística Geografía (Inegi), esa entidad de la república de 124 municipios contabilizó en 2008 más de 4 millones de habitantes en pobreza y pobreza extrema. Una década después, en 2018, la precariedad que en aquel año estaba en el 77 por ciento de la población total, redujo una décima su infortunio al quedar en 4 millones 174 mil 06 personas.

No lejos de esos indicadores está el joven estado de Quintana Roo. Según el Inegi, su población en 2015 fue de un millón 501 mil 562 habitantes en cuatro municipios. Con toda y su economía dedicada particularmente al turismo, la población de la rivera maya registró el año pasado más de 414 mil pobres y en extrema pobreza significativa. Una acumulación menor a la manifestada en 2008, que fue de 428 mil 133 personas, pero que no deja de preocupar a las autoridades federales.

También de acuerdo a los indicadores del Coneval e Inegi, el estado de Campeche con alrededor de un millón de habitantes, en el periodo de 2008 a 2018 pasó de convivir con más de 375 mil precaristas a más 440 mil individuos sin futuro económico. Fue un incremento de pobres de .91 décimas en os 13 municipios que ponen a esa entidad igualmente en semáforo en rojo como ahora se estila con la pandemia del coronavirus.

Yucatán y sus 106 municipios. La joya de la corona de la península de México, redujo en diez años la población de pobres. De un total de 2 millones 97 mil habitantes, actualmente el 40 por ciento de la población entre los indicadores del Coneval en pobreza y extrema pobreza. Y de inmediato aparece Tabasco para cerrar el círculo de la precariedad en la región sureste.

En la cuna del presidente López Obrador en 2015 vivían 2 millones 395 mil habitantes. La pobreza y pobreza extrema en los 17 municipios que conforman el estado era de 53. 6 por ciento de individuos lejos del bienestar social a pesar de la bonanza petrolera de la década de los setentas y ochentas del siglo pasado. En 2108, el número de vecinos con precariedades económicas fue de un millón 120 mil, según el Coneval.

Como se puede ver, el abandono de los gobiernos conducidos a nivel Federal y estatales por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática, que en los hechos explotaron la riqueza natural y el subsuelo de la región, pero sin darle bienestar opciones económicas y sociales a sus pobladores. La situación de emergencia de los paisanos y vecinos del presidente López Obrador muestra en su totalidad el abandono de la región sureste como una maldición de la Malinche.

El Tren Maya, va
La prensa nacional e internacional, así como las redes sociales siguieron paso a paso el inicio de la Nueva Normalidad con el presidente López Obrador al frente. Sin embargo, todo el interés mediático estuvo en el anunciado banderazo de salida a la obra insigne del Gobierno de México para rescatar del abandono económico del sureste del país. Uno de esos medios, Los Ángeles Times, por ejemplo, así consignó ese hecho histórico para la región más olvidada de México:

“CANCÚN, México — El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio el banderazo al inicio de las obras de construcción del Tren Maya, uno de sus proyectos insignia, entre la reapertura económica y social tras la pandemia del Covid-19 y el rechazo de un sector que se opone a la propuesta.

“Tiene que estar terminado este trabajo en 28 meses”, dijo López Obrador en su discurso de inauguración. Agregó que no aceptará ningún tipo de excusa “tenemos que terminar en tiempo y presupuesto”.

“Decidí comenzar este recorrido por el país en el sureste porque a partir de hoy vamos a dar banderazos para el inicio de la construcción del #TrenMaya, en beneficio de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo”, dijo el presidente.

“El arranque de la obra ocurrió en el tramo 4 Izamal-Cancún, en el municipio Lázaro Cárdenas del estado de Quintana Roo, que tendrá unos 260 kilómetros con una inversión de alrededor de 27 mil millones de pesos (unos mil 225 millones de dólares).

Dijo que la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), a cargo de la obra, tiene que cumplir con los programado “en tiempo y presupuesto porque ya no habrá ampliación”.

“El proyecto es muy ambicioso y cambiará la cara de la región”, dijo la directora de ICA, Guadalupe Phillips, ya que permitirá que convivan dos vías de comunicación, la férrea y la carretera, como sucede en muchos países del mundo.

El megaproyecto ferrocarrilero, de mil 475 kilómetros de extensión y que atravesará cinco entidades del sureste de México, es junto con el Aeropuerto de Santa Lucía en el Estado de México y la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, los proyectos insignia en infraestructura del gobierno de López Obrador.

Semana en el sureste
El mandatario mexicano adelantó que en los siguientes días hará lo propio en los tramos del tren en los estados de Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas.

Los tramos que inaugurará son los de Palenque-Escárcega, Escárcega-Campeche, Campeche-Mérida y Mérida-Cancún, que junto con el quinto tramo Cancún-Tulum, abarca unos mil kilómetros de vías férreas.

Según estimaciones del Gobierno mexicano, el proyecto creará unos 80 mil empleos en estos cinco tramos en el inicio de los trabajos y para el año próximo serán ‪154 mil‬ empleos.‬

Además, para este año se han autorizado contratos por 90 mil millones de pesos (4 mil 83 millones de dólares).

Es la inversión pública federal más importante que se haya visto en muchos años en el sureste”, apuntó el presidente por la mañana de este lunes.

Recordó que se han licitado cuatro tramos y en este mes se va licitar el quinto (Cancún-Tulum) y quedará pendiente el tramo Tulum-Escárcega, que tiene los enlaces Tulum-Carrillo Puerto, Bacalar-Chetumal, Xpujil-Calakmul y de regreso a Escárcega con el que se cerrará el circuito de mil 500 kilómetros.

Dijo que esa construcción estaría a cargo del Ejército, de los ingenieros militares, que terminando el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, Felipe Ángeles, que se va a inaugurar el 21 de marzo del 2022, se harán cargo del tren.

Según López Obrador, el plan es inaugurar el tren en 2023 en los cinco tramos Palenque, Campeche, Yucatán, Cancún, Tulum y en el 24 los dos tramos de Tulum-Carrillo Puerto-Escárcega.

Un millón de empleos
Según el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons y encargado del proyecto, la influencia del tren en el ordenamiento territorial en la región “será determinante”.

“El Tren Maya va cuidar el medio ambiente, a mejorar las ciudades y a distribuir los beneficios del crecimiento”, apuntó el encargado en consonancia con un reporte de ONU-Habitat, programa de Naciones Unidas para los asentamientos humanos.

Hace una semana, el organismo señaló que el Tren Maya generará casi un millón de nuevos empleos y sacará de la pobreza a más de un millón de personas en el sureste de México.

ONU-Habitat señaló que, gracias al tren, de aquí al año 2030 se crearán ‪715 mil nuevos empleos en los 16 municipios con una estación de tren, ‪150 mil‬ empleos en la economía rural asociada al tren y 80 mil más con los trabajos de construcción de los cinco primeros tramos en 2020.‬‬

Además, se apuntó que el proyecto sacará de la situación de pobreza a 1,1 millones de personas ya que en estos años la población pasará de los 12,1 millones actuales a 17,3 millones de personas. “De ellas, 6,1 millones estarán en situación de pobreza. Si no existiera el Tren Maya, esta cifra ascendería a 7,2 millones”.

La herencia neoliberal
En la parte cuatro del libro El Poder en el Trópico (2015), López Obrador intituló el capítulo 8 como “El maleficio del petróleo”. En las páginas 737 a las 739 reseña los efectos que la explotación del subsuelo ha dejado en tres estados de la región sureste. Episodio especial es el que le dedica al famoso “tren fantasma” como muestra de la corrupción que sojuzga l pueblo de México.

“Antes de la nacionalización –puntualiza–, es decir, de 1907 a 1937, la producción (petrolera) acumulada fue de mil 865 millones 543 mil 649 barriles; después de la nacionalización, de 1938 a 1976, llegó a 4 mil 65 millones 725 mil 947 barriles, y sólo en el sexenio de (José) López Portillo—Díaz Serrano, fue de 4 mil 443 millones 300 mil barriles.

“En 1982, la producción promedio era de 2 millones 746 mil barriles diarios. Este incremento en la producción se sostuvo con los campos petroleros de Chiapas y Tabasco que aportaron, en los primeros cuatro años de dicho sexenio, un promedio del 67 por ciento de la producción nacional; sin embargo, en 1982, de la Sonda de Campeche ya se extraía el 59 por ciento de la producción nacional. Conviene señalar que en 1976 se comenzó a perforar en aguas someras de la Sonda de Campeche, primero en el campo Marino, llamado Chac; posteriormente, en 1979, en el campo Akal, y se formó el complejo Cantarell, que desde ese año empezó a dar grandes cantidades de petróleo pesado, tipo Maya y con menor proporción de gas asociado. En 1982, los pozos petroleros de Chiapas, Tabasco y Cantarell aportaron el 93 por ciento de la producción nacional.

“(…)
“A partir del sexenio de Miguel de la Madrid se abandonó la política económica que se mantuvo a lo largo de 50 años, y los gobiernos neoliberales dejan de guiarse por un modelo de desarrollo propio. Los organismos financieros internacionales comienzan a imponer sus recetes: reducir la inversión y el gasto social, aumentar los precios de los bienes y las tarifas del sector público, así como congelar el salario. En 1985, el Fondo Monetario Internacional introduce la demanda de apertura del comercio exterior y la privatización de empresas estatales. De ese modo inicia la política entreguista que ha llevado al remate de más d mil empresas públicas, al desmantelamiento de la industria petrolera y al vandalismo con bienes nacionales que por desgracia aún no termina.

“Durante el periodo de auge y frenesí por vender cada vez mayores cantidades de petróleo crudo al extranjero, Tabasco pagó un costo muy alto, porque fue el principal escenario de tan irresponsable absurdo. Es cierto que en esos años, Pemex derramó en el estado miles de millones de pesos, pero la irrupción petrolera afectó las actividades productivas tradicionales, alteró las formas de trabajo, contaminó la tierra, el agua y el aire, y de gradó la moral pública. Fueron tiempos de construcción desenfrenada y desbarajuste. Cada vez que s descubrían nuevos yacimientos, había fiebre de perforación de pozos y la necesidad de levantar con rapidez instalaciones de apoyo a la producción de crudo y gas, como ductos, tanques de almacenamiento, baterías de separación, plantas deshidratadoras y de inyección de agua, estaciones de comprensión, complejos petroquímicos, el puerto de Dos Bocas y otras obras de infraestructura.

“Como es sabido, muchos proyectos fracasaron o quedaron inconclusos. En uno de ellos, por ejemplo, expropiaron una franja de terreno de 100 kilómetros, desde Estación Chontalpa hasta Dos Bocas, para construir un ferrocarril y transporte de hidrocarburos a ese puerto, pero sólo terminaron un gran puente elevado vehicular para librar el paso del tren. El proyecto se canceló y, como una burla, quedó a la orilla dela carretera del Golfo, a la altura de la ciudad de Cárdenas, el puente del tren fantasma, como elefante banco o monumento a la corrupción. En fin, en esos tiempos Pemex hizo y deshizo; agujereó la tierra, desvió ríos, abrió canales, levantó bordos, inundó terrenos, salinizó suelos, arrasó con selvas y cultivos; en suma, destruyó buena parte del territorio tabasqueño…”

Origen del proyecto
De acuerdo a diversas publicaciones no oficiales y oficiales como la página oficial del Gobierno de México, “inicialmente se planteó que el Tren Maya sería financiado en su mayoría por la iniciativa privada, sin embargo, ahora la mayor cantidad de recursos provendrán del sector público y se evalúan otros esquemas.

En la propuesta inicial, el gobierno tendría una participación del 10% en el financiamiento del proyecto ferroviario de unos mil 500 kilómetros, pero el esquema se ha invertido y de acuerdo con Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la mayor participación del erario en este proyecto de infraestructura busca pagar la menor cantidad de intereses producto del financiamiento privado.

La apuesta es que el gobierno pueda aportar el 70% y que lo demás se pague con deuda comprometidas con los ingresos. El costo total del proyecto que pretende terminarse entre ‪2023-2024‬ será de 139 mil 100 millones de pesos y ahora se realizará con recursos públicos, ya que el propio gobierno descartó la opción de hacerlo bajo el esquema de Asociación Público Privada (APP).‬

Posteriormente el gobierno federal desechó este plan, porque no quería dejar una deuda al País con el financiamiento obtenido para este proyecto de aproximadamente mil 474 kilómetros.

“Lo que el presidente (Andrés Manuel López Obrador) no quería era dejar una deuda a largo plazo, por eso se descartó (la APP)”, según Jiménez Pons.

Este año el Gobierno federal asignará 32,800 millones de pesos de recursos públicos para el Tren Maya y no 2,500 millones de pesos como estaba previsto inicialmente.

Esta cantidad será asignada para la licitación de los cinco tramos del Tren, los cuales van de Palenque, Chiapas a Tulum, Quintana Roo. Incluirá proyectos ejecutivos, suministro de materiales, construcción de plataforma y vía.

El Tren Maya pasará por los estados de Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Campeche y Tabasco con un total de 18 estaciones.

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