En el “Día Naranja”, trabajadores de la UIE celebraron con una marcha la reivindicación del derecho femenil a una vida libre de maltrato y discriminación
Ricardo Rivera
Rumbo Nuevo
“El contingente aún no sale, pero vienen todos vestidos de naranja y parece que será una marcha por los derechos de la mujer”…
El primer reporte del oficial de la Policía Vial a cargo de la patrulla 67788, tipo pick up, se transmite a la base por la radio Matra alrededor de las ocho de la mañana.
–“¡Pendientes! Hay que brindar resguardo para evitar cualquier tipo de contratiempo”, recibe el agente, como encomienda. –“¡Enterado!”, asiente el uniformado, con su inconfundible vestimenta azul, cerrando la comunicación con su mando superior.
Es martes 25 de junio y el movimiento es inusual en el edificio número 1110, ubicado en Paseo Tabasco, dentro del cuadrante de la colonia Jesús García. Las instalaciones albergan a la nueva Unidad de Información del Ejecutivo (UIE), antes Comunicación Social.
El sol mañanero recién comienza a sentirse; el calor de verano irradia un bochorno suficiente para empapar el cuerpo, pero no para sofocar el ánimo.
Los manifestantes, la mayoría personal de la UIE, aunque también se la han unido trabajadores de otras áreas de gobierno, se aprestan para iniciar una caminata por la inclusión e igualdad entre mujeres y hombres.
¡No a la Violencia contra las Mujeres! y ¡Ni una menos!, se alcanza a leer en mantas y pendones, tiradas aún sobre el piso, en espera de ser levantadas en todo lo alto para proclamar valores de tolerancia, respeto, igualdad, solidaridad e inclusión…
De a poco, comienzan a agruparse. La espera y la llegada ‘a cuenta gotas’ de los participantes, da rienda suelta a los chascarrillos. Al principio, “hay más prensa que manifestantes”, se comentan, divertidos, en el chacoteo, un puñado de representantes de medios de comunicación convocados a la cobertura.
Pasados 20 minutos, desde la emisión del primer parte policial, el grupo luce más nutrido y mejor organizado. “Ahora sí tiene facha de marcha”, se retractan, entre risa y risa, un par de reporteros gráficos que superado el tedio, toman posición para capturar la imagen de la partida.
Bordea ola naranja Paseo Tabasco
Todo está listo. Las rejas blancas que dan acceso a las oficinas de la UIE están abiertas de par en par. Ubicados al frente del área de estacionamiento, mujeres y hombres recién concluyen la formación como una gran oleada anaranjada.
La mayoría, además del atuendo, las lonas y los estandartes con leyendas alusivas al movimiento mundial que ha hecho visible la violencia que sufren las mujeres, portan en sus manos globos en la misma tonalidad y los alzan en señal de protesta contra cualquier tipo de expresión o manifestación que vulnere al mal llamado “sexo débil”.
Inicia la descubierta, se desata el bullicio y las voces se unen. La consigna es generar conciencia. Todo se encuadra en el “Día Naranja” y la “Campaña Naranja”, que buscan movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para emprender acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia.
La directora de Salud Psicosocial de la Secretaría de Salud, Susana Isabel Vázquez López y el titular de la UIE, Fernando Morales Pérez, marchan al frente de la cohorte que luce el color elegido a nivel internacional para simbolizar el futuro brillante, optimista y libre de violencia para niñas y mujeres.
El trayecto es corto, pero sustancioso. Arranca de la Unidad de Información del Ejecutivo rumbo al crucero de Paseo Tabasco con avenida Adolfo Ruiz Cortines, para tomar a la derecha con destino al Museo de Historia Natural e ingresar al circuito interior del Parque Tomás Garrido.
Una hora después, sobre la amplia calle de Paseo Tabasco, en el mismo lado de la acera donde todo inició… revueltos, mujeres trabajadores más sensibles a sus derechos y hombres comprometidos con esa causa, concluyen la manifestación. En la memoria colectiva se esparce la misma consigna, la de ¡cero tolerancia! a la violencia de género.
