Con el «Poemario Sin Fronteras» entre sus manos, más de 600 alumnos, personal docente y administrativo de la Escuela Secundaria Técnica No. 7, así como vecinos de la Villa Tamulté de las Sabanas, escucharon a la escritora Beatriz Gutiérrez Müller declarar que el presidente Andrés Manuel López Obrador «está muy bien», recuperando la salud tras contagiarse por tercera ocasión, indistinta, del virus covid19.
Diego, el responsable de animar y moderar la escenificación del programa «Fandangos por la lectura», una dinámica de interactividad que se realizó en más de dos horas, cedió la palabra a la «incansable promotora de la lectura» tras preguntarle si podía decir al auditorio «¿si cualquier edad es buena para leer?»
El auditorio compuesto en su mayoría por adolescentes, pasó de la incredulidad a la fascinación. Inquieto, escuchó la intervención de la cónyuge del presidente López Obrador que llegó al parque central de la comunidad que conforman 20 pueblos indígena chontal, en compañia del gobernador Carlos Manuel Merino Campos y la señora Guadalupe Castro de Merino; además del secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard Casaubon y el embajador de Alemania en México, Wolfgang Hermann Dold, entre otros.
«Diego, te voy a pedir un favor», alertó la también promotora de la Estrategia Nacional de Lectura. Enseguida, se refirió a la «coyuntura» política para referirse a los vituperios que se difunden a través de las diversas plataformas digitales sobre la salud del titular del Ejecutivo Federal.
«Son rumores, chismes, argüendes…, de personas que no saben pero tienen una vastísima imaginación…; criticar, censurar con dureza algo o alguien, eso en lingüística se llama vituperar…queda en la inventiva de muchos que no tienen mucho qué hacer en su tiempo libre, que su modo de vida es amplificar hechos que no ocurrieron, inventarlos.»
Expectante, el auditorio emergió en júbilo común cuando la invitada a la edición Tabasco de Fandangos por la lectura dedicado a Alemania, proclamó el «presidente está muy bien» de salud luego del contagio cuyo efecto, por fortuna, disminuye en el planeta mundo cada día; y, particularmente, en México.
Y para despejar dudas de la comunidad sobre su presencia en la comunidad que vio nacer y crecer la lucha democrática contra la corrupción y la impunidad del ahora presidente López Obrador desde 1977, pues «no podía dejar al enfermo», Gutiérrez Müller, comunicó:
«… Y sí, aquí estoy. Lo dejé dormido. En dos o tres días le dan de alta: ¡Yo doy fe que él fue contagiado por covid! Es una enfermedad fuerte, fuerte… dada la cantidad de dardos que han mandado, invito a leer porque cualquier edad es buena para leer, desde la enseñanza aprendizaje, a veces desde preescolar, leer relatos cortos, no las noticias infundadas, los chismes…»
Rodolfo Ritter, el joven músico que había cautivado a la audiencia con la ejecución de la Quinta Sinfonía de Ludwigvan Bethoven, en un piano Steinway £ Sons, que el gobierno estatal dispuso para el evento, se reintegró al presídium y al fandando de lectura que había iniciado, informalmente, desde antes de las 11:38 que comenzó el oficial.

Del poemario
Un video que precedió a la lectura común del Poemario sin Fronteras, encendió el ánimo de los escolapios que se vieron o identificaron al compañero agarrado en las sesiones realizadas en la semana previa al evento en el cual también participó la anfitriona Yolanda Osuna Huerta, quien llegó sola, mucho antes de la comitiva oficial.
Domingo Alejandro Luciano, poeta que algunos vecinos de Tamulté de las Sabanas identificaron como «de dos caras» —»según le interese, está o no con el presidente López Obrador», denunciaron —, abrió la fiesta de la palabra que involucró a autoridades, alumnado y… a la población en sintonía.
Después de la lectura en lengua chontal de Uxik ch’ok ixim, la señora Guadalupe Castro de Merino leyó el poema Hija del Maíz en español; tras la pausa, el gobernador Merino Campos dio lectura al Canto I. de Crimalda/El cantar de los Nibelungos…; y se hizo el fandango entre el presídium y el alumnado que a coro siguió a los autores de México y Alemania.
—De los autores tabasqueños, ¿cuál es el de su preferencia?
—¡Pellicer!— responde al reportero, el canciller Ebrard Casaubon, quien con la escritora Gutiérrez Müller, demoran el desalojo del lugar mientras los adolescentes integrantes de la marimba Manglares de Centla y el grupo de Tamborileros, cuya ejecución hizo bailar a la esposa del presidente López Obrador desde su lugar en el estrado, cargan con sus instrumentos.
—¿Y se siente a gusto en Tabasco?
—¡Sí, claro…!
—¿Tanto como cuando era parte del grupo compacto de Carlos Salinas de Gortari…?
El canciller ya no responde. Acepta fotografías con algunos seguidores. Con uno de ellos, acuerda: «Nos vemos luego…»
Y, Diego, el animador, sigue preguntando dónde está el secretario de Cultura, Ramiro Chávez Gochicoa…
Luis Enrique Martínez
Rumbo Nuevo