Niños en Afganistán sufre malnutrición crónica
En la unidad de malnutrición del hospital Indira Gandhi hay dos niños por cuna. Cada día mueren 275 niños en el país, ya que el 60 por ciento tiene malnutrición crónica Kabul Agencias Más de 30 niños y niñas yacen en la unidad de malnutrición del hospital infantil Indira Gandhi, en Kabul. Dos por cuna, […]
17 de octubre de 2012

En la unidad de malnutrición del hospital Indira Gandhi hay dos niños por cuna. Cada día mueren 275 niños en el país, ya que el 60 por ciento tiene malnutrición crónica

Kabul
Agencias
Más de 30 niños y niñas yacen en la unidad de malnutrición del hospital infantil Indira Gandhi, en Kabul. Dos por cuna, porque no hay suficientes cunas para todos. En junio había menos: 20 niños. «Es que ahora seguimos los estándares internacionales. Niños que antes no los considerábamos malnutridos, ahora sí que los catalogamos así, según el nuevo baremo», justifica un enfermero.
Hoy se conmemora el Día Mundial de la alimentación y contra el hambre. En Afganistán el hambre continúa ganando la partida claramente. No es el único país del mundo con una alta tasa de malnutrición infantil, pero sí el único con tropas internacionales de 49 países sobre el terreno y que recibe millones de euros de la comunidad internacional cada año. Aquí la tragedia resulta más cínica.
La unidad de malnutrición infantil del hospital Indira Gandhi es un pasillo con tres habitaciones, de las que dos están destinadas a las criaturas con malnutrición severa, aquéllas que se debaten entre la vida y la muerte.
Dos calefactores colgados en la pared mantienen caldeado el ambiente de ambas estancias, a 30 grados centígrados. En los rincones es fácil ver cucarachas correteando, que a veces se encaraman por las paredes.
Y en las cunas algunos niños yacen con respiración asistida; otros, conectados a un gotero de suero o con una sonda en la nariz para ingerir leche; y todos, con una ficha médica que resume su desgracia.

A 500 metros de la embajada de EEUU
«Nombre: Raiana. Edad: cinco años. Peso: 6,8 kilos», dice la ficha de una niña con cara de anciana y dientes carcomidos, que sonríe cuando se le habla. «Okhelá, un y año y medio, 4,6 kilos de peso», indica la ficha de otra niña. «Safiullah, 6 meses, 4,3 kilos», es el drama de un niño.
El hospital Indira Gandhi no se encuentra en ninguna provincia remota de Afganistán, ni de difícil acceso, sino a tan sólo medio kilómetro de la embajada de Estados Unidos en Kabul, y unos cuantos metros más del cuartel general de la OTAN en la capital afgana. La desgracia es fácil verla, si se quiere. Y esto es sólo la punta del iceberg.
El director de Nutrición del Ministerio de Salud Pública afgano, Bashir Ahmad, explica que el 8% de los niños y niñas de menos de cinco años en Afganistán sufre malnutrición severa, y hasta el 60% del total, malnutrición crónica. «Por eso en Afganistán la estatura de los niños es menor que en otros países», declara.

‘Grandes avances’
En Afganistán los menores se escolarizan a los siete años, pero en los colegios los alumnos de primer curso de educación infantil parece que tienen cuatro. Son extremadamente bajos.
Aún así la representante de la asociación Save the Children en Afganistán, Christine Roehrs, asegura que se han hecho grandes avances en los últimos 11 años, desde la caída del régimen talibán.
«Cada día mueren 275 niños por malnutrición en Afganistán», destaca, «pero antes fallecían hasta 500». Según Roehrs, la falta de comida es una de las razones, pero también las enfermedades, la inexistencia de una planificación familiar -las mujeres tienen muchos niños y de forma muy seguida-, y un desconocimiento total. «Muchas madres no tienen leche y dan de comer a los niños pan y té, y piensan que con eso ya tendrán bastante», comenta la experta.

Compartir: