César Graciano Calvario
cesargracianoc@yahoo.com.mx
Con su reconocido tino periodístico, el compañero Jacinto López, ha documentado los posibles manejos fraudulentos de la directiva actual de la Unión Regional Ganadera de Tabasco (URG), que en el peor momento de la historia de su organización, se dispone a rematar sus activos con el fin de paliar un poco su desastrosa situación económica. El meollo del asunto es que el problema de la URG está convertido en un problema social. Por muchas razones, pero una principalísima: Hace muchos años se sostiene con recursos públicos.
Como bien lo aclara Jacinto, el gobernador Enrique González Pedrero la apoyó prestándole en comodato los terrenos que actualmente mangonea. Y desde ahí prácticamente no hubo gobernador que no les apoyara con “prestamos”. Nunca devueltos. El último entregado por el propio gobernador Núñez, de algo así como 30 millones de pesos.
La maquinación del fraude se arma en un momento propicio, cuando el gobierno de Peña Nieto ha logrado reivindicar la institucionalización de una de las prácticas más caras a la visión priista de su crecimiento y fortalecimiento como grupo de poder económico: la primitiva práctica de acumulación originaria de capital apalancando los negocios de sus protegidos para que disfruten de las ganancias, con la seguridad de que si aparecen pérdidas, estas serán absorbidas por el estado vía su reconocimiento como deuda pública.
Así mientras el país completo, anonadado, acude al grotesco espectáculo de un PRI-PAN que en el Congreso de la Unión se despacha con la cuchara grande disposiciones legaloides que les permitirán continuar creciendo sus negocios privados, aquí los ganaderos aprovechan para intentar vender a precio de remate terrenos y activos de propiedad original pública, para salir corriendo con el producto de su transa, sin avisar a nadie, y por supuesto sin pagar ninguna de sus deudas con el gobierno estatal, que para estos efectos tendría que cobrar todos los “prestamos” entregados por sus antecesores.
Ya es tiempo de que el gobierno de la alternancia ponga un alto a estas prácticas. Ya no debieran de seguirse ignorando las advertencias que con genuino interés social se manifiestan en los medios por parte de los periodistas que aportan su trabajo de investigación. Hace ya, cuando menos, un par de semanas que fue señalada la propiedad pública de la mayor parte del terreno que intentan vender los apoderados por Agustín de la Cruz, y también señalados los cuantiosos prestamos públicos que no piensan pagar una vez terminado su remate, y nadie ha levantado la voz para asumir su responsabilidad .
De los ganaderos dirigentes, se entiende. Intentan pasarnos la rata por los ojos. Pero de los responsables en el gobierno estatal, particularmente de Pedro Jiménez, flamante secretario de la SEDAFOP, francamente extraña su silencio. A estas alturas los funcionarios tendrían que estar solicitando al congreso la auditoría por parte del OSF a esa organización ganadera. Para asegurar que honre sus compromisos y que no se vaya a escamotear la propiedad pública. Una propiedad que por su ubicación y extensión tiene un alto valor monetario, y estratégico para el futuro desarrollo urbano de ese sector de la ciudad.
….a pie de carretera
Enrique Priego Oropeza
En verdad que la debe estar pasando muy mal el único priista respetable que permanece en la comarca. Toda la gavilla de cuatreros y forajidos que intentan tomar por asalto, a sangre y fuego, el fuerte del gobierno de la alternancia -o cuando menos hacerle el mayor número de boquetes posible- merodea por su casa, intentando tomarlo como presa para ensartarlo en su lanza y usarlo como pendón, como bandera, en su (socialmente) insano propósito. Y es que a la vista de ese lastimoso PRI -cuyos voceros son la Dagdug y el Perro Llergo- al honorable ex gobernador no le deben quedar ánimos ni para despedirlos como corresponde.
No pierda el hilo noticioso diario. Su futuro y el de su familia están en juego. Infórmese adecuadamente. Regreso aquí mañana SDQ. Adiu
Facebook cesar.stone@yahoo.com.mx
Twitter @CsarGraciano
