México, DF
Agencias
Entre discursos, remembranzas y homenajes verbales como los llamó Agustín Ortiz Pincheti, Porfirio Muñoz Ledo festejó entre amigos y compañeros, sus ochenta años.
En esta reunión se contaron anécdotas del 68 y algunos concluyeron que a Porfirio Muñoz Ledo ya sólo le faltaba ocupar un cargo: el de Presidente.
Acompañado por Ifigenia Martínez quien fue la anfitriona y encargada del menú para más de un centenar de personas, comenzó el festejo, alrededor de las dos de la tarde, hora en que comenzaron a llegar los invitados.
Entre los participantes estuvieron el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, Salvador Martínez Della Roca, Enrique González y Miguel Torruco, secretario de Turismo de la Ciudad de México.
De igual manera estuvieron invitados Bernardo Batiz, Alejandro Encinas, Cuauhtémoc Cárdenas, el empresario Carlos Slim, pero no llegaron, mientras que Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, se disculpó con una llamada telefónica.
Entre los mariachis entonaban temas de José Alfredo Jiménez, el menú se sirvió en dos tiempos: Ensalada Verde con fruta, Chiles en nogada con arroz y pastel de chocolate y de tomar… vino.
Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, ambos exjefes de Gobierno del Distrito Federal, no figuraban en la lista de invitados.
Los obsequios que recibió Porfirio Muñoz Ledo de sus amigos, fueron en su mayoría botellas de vino y libros. Y así concluyó a las cinco de la tarde, luego de haber partido el pastel, esta amena comida para festejar el cumpleaños del encargado de la Comisión Especial para la Reforma Política de la Ciudad de México.