Agentes municipales denunciaron que no acudieron al lugar del ataque al elemento de seguridad pública, por falta de combustible

Centla
Florentino J. García Alcudia
Rumbo Nuevo
Crece inseguridad en el municipio de Centla, el pasado fin de semana fue asesinado un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública que se encontraba de descanso en la Villa Simón Sarlat de Centla.
La reacción de la policía municipal fue nula y los propios uniformados mostraron poco interés por conocer las causas de la ejecución de su compañero.
Los hechos se registraron a las dos y media del pasado domingo, cuando el agente Pedro Gilberto Peláez Ortíz, adscrito a la zona doce de la Región Sur, estaba en una fiesta de 15 años en aquella localidad.
De acuerdo a las versiones que testigos dieron a las autoridades, cuatro personas llegaron en una camioneta doble cabina a la fiesta y discutieron con el Policía, acto seguido le dispararon; al parecer otra persona que defendió al agente también resultó herida.
El padre de la víctima al ver su gravedad, ya que presentaba tres impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, lo subió a su auto, un Matiz rojo, y lo trajo a Villahermosa para llevarlo a un hospital.
Sin embargo, al entrar a la ciudad y al ser valorado por la Cruz Roja en un retén ubicado en la avenida Universidad esta persona ya había fallecido.
Al lugar acudió la esposa del occiso, quien también labora en la SSP como Policía acreditable, quien dijo que los sujetos que lo asesinaron están identificados y que radican en el municipio de Frontera, Centla.
Sin embargo, de acuerdo a los propios lugareños, pese al ataque la policía municipal jamás se presentó al lugar de los hechos.
Cabe hacer mención, que los policías municipales ventilaron que les fue imposible trasladarse hasta Simón Sarlat, por la falta de combustible en las unidades y es lo que ocasiona que no reaccionen de manera inmediata ante hechos delictivos que suceden en ese municipio.

Nula reacción policial
La reacción de la policía municipal fue nula y los propios uniformados mostraron poco interés por conocer las causas de la ejecución de su compañero.
Al entrar a la ciudad y al ser valorado por la Cruz Roja en un retén ubicado en la avenida Universidad esta persona ya había fallecido.