La mañana del pasado viernes había aclarado con un sol brillando en el firmamento, cuando de improviso se tornó gris al difundirse la triste noticia sobre el fallecimiento del querido y respetado maestro Baldemar Correa Pérez a los 83 años de edad, hombre que aparte de estar jubilado del magisterio, le dedicó gran parte de su fructífera existencia al deporte de sus amores como lo era el softbol para desempeñarse como anotador oficial de distintos organismos de su especialidad.
El lamentable deceso ocurrió alrededor de las 07:00 horas del citado viernes a consecuencia de añejo padecimiento que minó su salud hasta su final en su domicilio n la calle Aquiles Serdán número 632 en la colonia Rovirosa de esta ciudad capital desde que vino a establecerse procedente dee su poblado natal Tepetitán, Macuspana, Tabasco, la tierra original de nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El Profesor Baldemar Correa fincó aquí su hogar junto a su amada esposa Deidemia Hernández Cabrera que falleciera en el año de 2014, logrando procrear a sus cuatro hijos que son Henry, Roger, Rocío y Agustín, todos de apellidos Correa Pérez, los dos primeros siguieron sus pasos pero en la rama de Profesores de Educación Física, Agustín es Licenciado en Sistemas y su hijita Rocío e dedicó a las labores del hogar.
El Profe Correa como lo llamaban los peloteros de los equipos softboleros, le dedicó más de 50 años de su vida como anotador demás de arreglar los campos para el buen desarrollo de los juegos organizados por distintos organismos de la especialidad, teniendo también otra experiencia al haber sido contratado por el Club Plataneros de Tabasco de la Liga Mexicana de Béisbol de Verano allá por el año de 1981 con la ayuda de su sobrino Mario Pérez Hernández.
Hasta estas líneas breves datos de lo que fue nuestro inolvidable y admirado profesor Baldemar Correa Pérez, los mas plenos reconocimientos por la labor que en vida realizó y su periódico RUMBO NUEVO EL “Diario de la Vida de los Tabasqueños”, envía sus más sinceras condolencias a las familias Correa Pérez y Correa-Hernández, por tan irremediable pérdida y deseando a la vez que el bálsamo del tiempo mitigue sus penas… ¡Descanse en Paz!.
Luis Pérez Rodríguez
Rumbo Nuevo