La pandemia deja a la fecha al menos 15 presos muertos y más de 500 infectados en las hacinadas prisiones

El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) de Perú confirmó que se registraron nueve fallecimientos debido al motín ocurrido la víspera en el penal Miguel Castro, cuyas razones varían dependiendo de la fuente.
El INPE afirmó que para garantizar el control de la cárcel, ubicada en Lurigancho, requirió del trabajo de 200 agentes de seguridad, y que el motín se debió a un intento de fuga. El Instituto afirma que los miembros de la seguridad interna fueron atacados con “armas punzocortantes y contundentes” por parte de reos que tenían el objetivo de escaparse, precisa un comunicado de la entidad.
Sin embargo, de acuerdo con la organización política Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), se trató de una protesta en la que participaron miles de reclusos por las deficientes medidas que estaría tomando el gobierno ante la pandemia de COVID-19.
“Miles de presos están realizando una protesta reclamando su derecho a la vida, ante el olvido del Estado. A raíz de la pandemia, muchos internos han contraído el virus y no tienen ningún tipo de atención médica. El Estado, lejos de resolver su situación, está reprimiendo a los internos”, denunció el Movadef.
La organización se ha manifestado constantemente para exigir que los presos políticos de Perú sean excarcelados o que se les permita cumplir condenas en arresto domiciliario ante la pandemia de la nueva cepa de coronavirus.