Heberto Taracena Ruiz
A los pueblos conviene
la alternancia
serena,
hasta donde lo humano
corresponda.
Ni quien entra
ha de blandir la espada
para tensar los aires
de la imaginación.
Ni quien sale,
ocurrirá a la astucia
defensiva
para ocultar
lo que a ojos vistas
no podría encubrirse
a última hora.
Los postremos tres meses,
entre julio y septiembre,
simbolizan tres años,
que si bien se aplicaron
harán cuadrantes números
y obras
sin componendas.
Y ese mismo período
de tiempo,
podrá sentar las bases
de la naciente
administración;
siempre y cuando
aquellos que encabecen
la transición
entiendan su papel
y arriben con apego
a la tabla precisa
que da cuenta
de logros y pendientes.
Cuando en ese trayecto
de por lo menos
noventa días,
previos al nuevo
estreno de gobierno,
se sobreponen lances
perentorios,
hace su aparición
la discrepancia
que adolece
de entradas y salidas
y por añadidura
carga el pueblo.
Cuidado con los celos
que hacen de los oídos
tridentes afilados.
Mal entretenimiento
para la democracia.
Cunduacán, Tab., a 8 de julio de 2021