Minipoemario Lunar. VERANO ABRASADOR
HEBERTO TARACENA RUIZ. A CUNDUACAN, EN SU 396 ANIVERSARIO. Abrasa y abraza el verano a la primavera y al próximo otoño, en su fogón candente. Las aves contonean plumaje a la intemperie; y los árboles hacen, por su lado, rítmicos zarandeos. Vacunos rivalizan, a empellones, bajo el uso de sombras. Los humanos, con muy aparte […]
9 de septiembre de 2021

HEBERTO TARACENA RUIZ.
A CUNDUACAN, EN SU 396
ANIVERSARIO.

Abrasa y abraza
el verano
a la primavera
y al próximo otoño,
en su fogón candente.

Las aves contonean
plumaje a la intemperie;
y los árboles hacen,
por su lado,
rítmicos zarandeos.

Vacunos rivalizan,
a empellones,
bajo el uso de sombras.

Los humanos,
con muy aparte
peso y complexión,
escurren gotas de salitre.

Desde enero a septiembre
de este dos mil veintiuno,
el verano dispuso
abrasarnos
con su temperatura
mayor a treinta grados.

No importa que su nombre
no esté en el calendario
de su turno,

si con el sol ha hecho
pacto de caballeros
a fin de sostener
sus válvulas prendidas.

Ha sido este año
enteramente caluroso,
con especial dedicatoria
para el labriego
que días, tardes, noches,
madrugadas,
suspira el rechinar
de un techo recubierto
de hojas de zinc.
Hay que reconocerle
su gran capacidad
de adaptación,
en el anonimato
dizque modernizado
de su forma de vida.

El verano no tiene
para cuándo guardarse,
en tanto nos abrasa
y nos abraza,
ocasionado por
sucesivo desdén
que la naturaleza
cobra sin vuelta de hoja.

Cunduacán, Tab., a 1 de septiembre de 2021.

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