I
Heberto Taracena Ruiz
Susana es, concubina de todos
pero exige distancia permanente
para limpiar de lama nuestros lodos
de cabezas a pies, con detergente.
Las manos se revelan y no quieren
compartir con Susana la distancia
pues las tienen fregadas y se mueren,
gritan ellas, con tosca repugnancia.
Los pulmones en un violeta malvo
atienden ser los más interesados
en poner a sus fibras a buen salvo
y así convencen a los diez tarados
dedillos a escoger la huesa y calvo
o resultar, lo menos, jorobados.
II
Susana insiste en sahumar en casa
a uno por uno de sus habitantes,
cada quien su lugar, la boca en gasa,
a más del metro convivir distantes.
Hace de sus principios un dechado
de recomendaciones y paciencia;
jamás su buen humor se ve apagado
por la grosera y grave resistencia.
QUÉDATE EN CASA dice sutilmente
sin ejercer regaños para nada;
lo hace de tal manera pertinente
que no agota una pulga su jornada:
allá quien siga jugando al valiente,
por lo menos le irá de la… patada.
Cunduacán, Tab., a 29 de abril de 2020