Heberto Taracena Ruiz

Con los ojos cerrados
no debemos seguir
aparentando ver
lo que no distinguimos.

Urge seamos
más propositivos
y solidarios.
Admitir no es correcto
seguir impávidos
cual si fuéramos
estatuas carcomidas.

Hagamos pues
de la autocritica
el instrumento fiel
de ejecución,
bien concertada.

No avizoramos
otra alternativa…
Que seguir en las mismas
es jugar a la muerte
cuando ésta
enviste en serio,
sin rodeos.

La conducta no tiene
por qué modificarse
en extremo
como si la pandemia
inyectara ansiedad
en cuerpo y alma.
Si ello ocurriera
muy poco aportaríamos
a esta condición
que siendo colectiva
no repara
sino en descuidos
de rutina
en cada movimiento.

La ansiedad
y la indiferencia,
pueden hacer migas
a favor
del Covid 19;
cuando para cada uno
de nosotros
ellas jamás han sido
buenas consejeras.
Y no estamos,
por supuesto,
ante la excepción.

Nada del sorprenderse
cuando es aquí y ahora
en que el campo y el tiempo
recomiendan
eficaz método
de previsiones.

unduacán, Tab., a 21 de julio de 2020