Minipoemario Lunar: PISO PAREJO II
Heberto Taracena Ruiz Crítica no es pecado capital, pero nadie está libre del revés; si bien la cosa pública apunta ser su primera estación. Aunque el autor de las más acerbas, debe no sólo ser escuchado sino atenerse a la réplica del criticado: ¡piso parejo! Al espacio de la libertad se llega con credibilidad. No […]
22 de septiembre de 2020

Heberto Taracena Ruiz

Crítica no es pecado
capital,
pero nadie está libre
del revés;
si bien la cosa pública
apunta ser
su primera estación.
Aunque el autor
de las más acerbas,
debe no sólo
ser escuchado
sino atenerse
a la réplica
del criticado:
¡piso parejo!

Al espacio de la libertad
se llega
con credibilidad.
No es una apuesta
por ver qué sale.

Cuando los trapos
flotan al sol,
pueden ser zamarreados
por vientos repentinos.

Quien esté libre de trapos
que empiedre
la primera crítica.

Cada señalamiento
ha de estar respaldado
por evidencias,
frente a otras evidencias.
Esgrimir las propias
y no mostrar
elemental disposición
de escuchar las ajenas,
¡corta equivocación!

Criticar y esperar
no ser criticado
es como hacer
de la costumbre
mausoleo blanquecino.

Tanta sensiblería
erige de inmediato un paredón
contra el destinatario:
bautizado en responsos
y oleos de censura.

Si al esgrimir la crítica
afloran los fantasmas
de la persecución,
-ante una realidad
que la desmiente-,
sea la primera,
sea la segunda:
ambas posiciones
suelen adolecer
de parvedad.

Entre dos aguas,
la crítica y la réplica
zozobran.

Cunduacán, Tab., a 20 de septiembre de 2020

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