Heberto Taracena Ruiz

Rememorando a Goethe,
pidamos a iniciales
Alcaldes,
resucitar “del seno
de la corrupción”,
para salvar, al paso,
su escala de valores.
Entendido no es
aguja en un pajar,
sino ser mitológico
que muda cuerpo,
cabeza, tronco,
extremidades,
en un soplo.

Si corrupción quedara
en guardar para sí
asignaciones públicas,
estaríamos cortos
y lentos, reducidos.
Ni viene al caso.

¿Qué es la corrupción?
Ignoro, pues no cabe
en apretado aserto.

Si el mensaje lastima
la delicada piel
de actores públicos,
cala más a la gente
ver que se pavonea,
machacando conducta.

Que la memoria siga
apelmazando
evocaciones gratas
o ingratas,
no para al devaneo
de ocurrentes sorpresas.

Voces aisladas,
que la denuncian,
fueron catalogadas
de esto o lo otro;
pocas, por cierto,
mas sin faltarnos
un pronunciamiento.

Ah, que si los Alcaldes
entrasen vacunados
contra la corrupción,
en sus complejidades,
asistiríamos
a izamiento de bases
dignas merecedoras
del respeto social.

Entretanto deseemos,
rememorando a Goethe,
que los nuevos Alcaldes
resuciten “del seno
de la corrupción”…
e inicien su trabajo
sin cambios repentinos
en su comportamiento.

Cunduacán, Tab., a 8 de septiembre de 2021