Minipoemario lunar: NOCHE
Heberto Taracena Ruiz Quien puso nombre a obra por obra, hizo llamarle noche a las negruras con tejado de puntos suspendidos y cocuyos ondeantes a mínima tirada de la tierra. Normalmente la selva insigne de la oscuridad da sentido a las chispas voladoras, que contonean riendo en chanza juguetona. La armonía viste fiesta en la […]
28 de marzo de 2022

Heberto Taracena Ruiz

Quien puso nombre
a obra por obra,
hizo llamarle noche
a las negruras
con tejado de puntos suspendidos
y cocuyos ondeantes
a mínima tirada de la tierra.

Normalmente
la selva insigne de la oscuridad
da sentido a las chispas
voladoras,
que contonean riendo
en chanza juguetona.

La armonía viste fiesta
en la obra intachable
del Hacedor.
Lucen oscuros densos
y claros refulgentes
cual si idéntico idioma
los uniera,
en la sombra que va
y vuelve a su lecho,
que ya espera,
sabiendo de antemano
que habrá de estar dispuesto…

En el comportamiento
de noche a noche,
nada choca con nada.
Semejante engranaje
de sus diversos componentes
así lo patentiza…

Pero hay noches espesas,
invisibles,
en las que los sonidos
ensordecen
y luces bogan
por imprimir su ausencia.

Son esas noches
que atrapan los oídos
con pasos imposibles
de mirar.
Noches en que los rayos
engalanan de negro
para anunciar su parloteo.

Noches oscuras
hasta la redundancia
que se da plena,
y complacientes dejan penetrarse.

Cunduacán, Tab.., a 23 de marzo de 2022

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