HEBERTO TARACENA RUIZ
INMEMORIAM
El arte es recato,
desprendimiento,
o no es arte.
Quienes quieren izarlo
a las torres de su ego,
desploman a los pies
bajo su propio peso.
No pide de actitudes
estrambóticas
por las cuales
gane hacerse visible
el intelecto.
(Lo encarnó Pellicer,
nuestro Carlos, poeta).
A ese propósito
cabe reconocer
que Marco Antonio Acosta,
cardenense,
fue sinónimo
de liberalidad:
entregado al arte,
sencillamente,
sin ataderos;
al punto de vivirlo
con tamaña medida
y desinterés,
que instituyó en herencia
varias generaciones.
Su modestia
no tuvo par
en las últimas décadas.
Valores humanos
dan sentido a la vida
de Tabasco,
cuando cumplen la talla
de Marco Antonio.
Quienes somos deudores
de tal bonhomía
no habremos de dejar
en el silencio
sus aportaciones
a la cultura tabasqueña.
Reconocerlo
siquiera sea post morten,
es mínimo homenaje
al acervo fecundo
que Marco prodigó.
Cunduacán,Tab., sábado 23 de julio de 2022