Heberto Taracena Ruiz

Lo que sucede
hoy por hoy
resulta indefinible,
por complicado.
El horno no está
para cocer
definiciones;
son hechos que trastocan
quehaceres
habituales.

El ser humano puede,
no obstante ello,
escudriñar;
no atolondrarse
bajo el torrente
de noticias,
no pocas verduleras
y escandalosas.

Puede el hombre
a partir
de captar
la relevancia
de estar informado,
bien informado,
comprenderse en el trance
de la pandemia,
sin dibujar extremos
de ansiedades.

Mesura
en la percepción
del magno evento,
no será indiferencia;
o como si esto
que nos apunta
en serio,
viniese
por designios,
inescrutables,
del Ser Supremo.

Por lo contrario:
si la naturaleza
es ser viviente,
extraordinario,
en que estamos inmersos;
nos queda tramo
por reparar
sobre el alcance
de sus contorsiones;
buscando regresar
a principios
de que, cruda verdad,
nos fuimos alejando:
agrediéndola.

De suerte que con ser
indefinible,
mientras tanto,
lo que ocurre
y de que todos saben
y nadie sabe:
acomodemos hilos
a la madeja,
a fin de reducirla.
¡Más nos vale!

Cunduacán, Tab., a 14 de mayo de 2020