Minipoemario Lunar: JOLGORIOS
Heberto Taracena Ruiz La parentela del término DESAHOGO es, por lo concurrida, de tronados pronósticos. Jolgorios, hoy, lo son. El individuo, en lo que tiene de conjunto, va amoldando caracteres diversos: algunos agradables, otros acerbos. Sin que la proporción pueda catarse de un sorbo. La distribución de señales descansan muy al fondo que tiende a […]
6 de enero de 2021

Heberto Taracena Ruiz

La parentela
del término DESAHOGO
es, por lo concurrida,
de tronados pronósticos.
Jolgorios, hoy, lo son.

El individuo,
en lo que tiene
de conjunto,
va amoldando
caracteres diversos:
algunos agradables,
otros acerbos.
Sin que la proporción
pueda catarse
de un sorbo.

La distribución
de señales
descansan muy al fondo
que tiende a conformarnos.
Algunas flotan
por momentos,
imperturbables,
en la superficie.
Y allá, abajo, en la plancha,
lentamente,
van ocupando
su lugar respectivo:
a partir de que el tiempo,
paciente,
todo lo asienta.

Cierto que se dan casos
atípicos
que de sorpresa agobian
al más abuzado.
Y tienden a sacar
de quicio,
poniendo,
por vía de impulsos
a la deriva el trajinar…

Para no ir tan lejos,
la Pandemia
se hizo mayúscula
y tocó de mil flancos
la conducta social.

Quizá debido a ello,
específicamente,
los primeros minutos
de este dos mil veintiuno
fueron de algarabía
desatada,
sin precedentes.
Cohetes en retahíla
inundaron las calles
en una proporción
antes no oída.

Si ello fuera terapia,
desahogo,
por los daños diversos
del Covid 19…

Si ello fuera terapia…

Cunduacán, Tab., a 1 de enero de 2021

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